El campo de Jaén ha sido testigo de un descubrimiento histórico para la conservación de la fauna ibérica. El fotógrafo de naturaleza, Ángel Hidalgo, logró capturar la imagen de un lince ibérico con pelaje blanco, un ejemplar que se considera único y que podría ser el primero de su tipo a nivel mundial.

La noticia, revelada por Hora Jaén, ha generado gran emoción y revuelo entre expertos, ecologistas y organizaciones de conservación, quienes han catalogado el evento como “extraordinario”.

Lince Ibérico | Foto: Angeliyo

En palabras de Ángel Hidalgo, este hallazgo representa “la importancia de la naturaleza y de la conservación”. El encuentro representa el fruto de arduos años de trabajo y cámaras ocultas. Hidalgo compartió en sus redes sociales su felicidad, junto con la imagen del animal.

Al revisar una de sus cámaras, el joven fotógrafo se quedó atónito: una silueta de lince con un color de pelo mucho más claro de lo normal. En sus redes sociales, Ángel expresó su asombro: “Me quedé paralizado, no podía creer lo que estaba viendo”.

No se trata de un ejemplar albino, en este caso, es aún más extraño, ya que es un ejemplar de lince leucístico extremadamente raro, con una alteración genética que provoca una reducción en la pigmentación del pelaje.

A diferencia de una especie con albinismo, que carecen en su totalidad de melanina y tienen ojos rojos, esta especie conserva sus ojos de color normal, y su pelaje adquiere un tomo pálido, pero con las manchas aún visibles. Este tipo de especímenes se han identificado en ciervos, zorros y aves rapaces, pero es la primera vez que se documenta en el lince ibérico.

De acuerdo con expertos de la Estación Biológica de Doñana, el leucismo es producido por una mutación espontánea. Y al ser el lince ibérico una especie en peligro, representa un descubrimiento muy grande.

El avistamiento ocurrió el pasado 22 de octubre en un área de la provincia de Jaén, cuya localización exacta se mantiene en reserva para garantizar la seguridad del animal. Ángel Hidalgo, de 29 años, había estado vigilando la presencia de linces durante años con el uso de cámaras de fototrampeo.

El descubrimiento de este individuo leucístico ocurre en un momento cumbre para la especie. Actualmente, la población de linces ibéricos supera los 2.000 ejemplares gracias a décadas de intensos esfuerzos de conservación. Estos ejemplares se encuentran distribuidos por Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal.

Este aumento poblacional es la razón por la cual la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha rebajado la catalogación del lince, pasando de estar en “peligro crítico” a simplemente “en peligro”. Este cambio de estatus consolida el programa de recuperación del lince ibérico como uno de los más exitosos a nivel mundial.