Ahora que la funcionaria le pidió al Parlamento decidir sobre su futuro, en una sutil forma de pasarle el problema al Senado. “Ella podría simplemente renunciar”, dijo a Reuters Park Kwang-on, un diputado de la oposición. Pero, según los políticos surcoreanos, el anuncio de Park es una manera de embolatar su dimisión, forzando al Legislativo a discutir sus términos,  y esquivar así la vergüenza de un impeachment. Este ya estaba planeado para el viernes, pero ahora se aplazó. Park está comprando todo el tiempo que puede, aunque no hay dudas de que caerá más pronto que tarde.