El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, resultó ileso tras ser atacado a balazos el vehículo en el que viajaba este martes, 7 de octubre, por el sur del país, en medio de protestas indígenas contra su gobierno, informó la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano.

“Aparecieron 500 personas y le estuvieron lanzando piedras (a la caravana) y, obviamente, también hay signos de bala en el carro del presidente”, dijo Manzano a la prensa y aseguró que el mandatario salió ileso.

La caravana presidencial fue atacada cuando se trasladaba hacia la localidad andina de Cañar (sur). Después del hecho, Noboa participó en un acto público.

Videos difundidos por la Presidencia registran la escena desde el interior de uno de los vehículos cuando varios objetos chocan contra los vidrios y alguien al interior grita: “Agachen la cabeza”.

En otras imágenes del exterior se puede ver a un grupo de manifestantes, algunos de ellos indígenas con trajes tradicionales, que lanzan piedras y palos contra la caravana que pasa por la carretera seguida de una tanqueta y en medio del sonido de sirenas.

En esa ciudad, el presidente mostró su rechazo a lo ocurrido: “Esas agresiones no se aceptan en el nuevo Ecuador. La ley aplica para todos. (…) No vamos a permitir que un poco (algunos) vándalos eviten que trabajemos por ustedes”.

Desde el 22 de septiembre, Noboa enfrenta protestas, con el bloqueo de vías en varias provincias por parte de la mayor organización de pueblos originarios del país (Conaie), en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, cuyo precio subió de 1,80 a 2,80 dólares el galón.

Las manifestaciones dejan un indígena fallecido por impactos de balas, 150 heridos entre civiles, militares y policías, y un centenar de detenidos, según cifras oficiales y de oenegés de derechos humanos.

Manzano señaló que el gobierno presentó una denuncia por “tentativa de asesinato” contra Noboa. El mandatario “está haciendo su agenda con normalidad”, añadió.

Noboa declaró a Ecuador en 2024 en un conflicto armado interno, lo que le permite, desde entonces, mantener desplegadas las Fuerzas Armadas para combatir el crimen dentro del territorio.

En su informe, Amnistía Internacional concluyó que “lejos de brindar seguridad, esta estrategia ha abierto la puerta a violaciones graves de derechos humanos y ha colocado a las personas en el país en mayor riesgo”.

Con información de AFP*