El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro agotó los recursos contra su condena a 27 años de cárcel por intentar un golpe de Estado en 2022 y deberá cumplir la pena, informó la corte suprema.
El exmandatario, de 70 años, se encuentra desde el sábado detenido preventivamente en un complejo policial en Brasilia por supuesto riesgo de fuga. Su defensa se abstuvo de presentar un segundo recurso contra la sentencia.
La Corte Suprema, que ya había rechazado un primer recurso, certificó que las sentencias “quedaron en firme” para Bolsonaro y dos de sus exsubordinados procesados por la misma conspiración, según un documento del tribunal obtenido por la AFP.
Ahora la corte deberá determinar el lugar donde el expresidente (2019-2022) purgará su pena.
La trama golpista consistió en poner en duda la validez de las elecciones de 2022 para declarar un estado de excepción e impedir la investidura del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
El plan contemplaba incluso asesinar a Lula y a su vicepresidente Geraldo Alckmin, según la Corte Suprema. Pero no se consumó por falta de apoyo de altos mandos militares.
Luego de tres meses bajo arresto domiciliario, Bolsonaro intentó quemar con un soldador la tobillera de monitoreo, lo que precipitó su traslado a prisión preventiva el sábado, 22 de noviembre.
La defensa del exmandatario alegó que el incidente obedeció a un estado de “confusión mental” inducido por medicamentos, en un recurso rechazado por la Corte.
Bolsonaro sufre secuelas de una puñalada que recibió en 2018 y toma varios fármacos para tratar complicaciones derivadas de esa herida en el abdomen.
La defensa ha anticipado que recurrirá la pena en instancias internacionales y ha solicitado en varias ocasiones que la Corte le conceda prisión domiciliar por su estado de salud.
El senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del expresidente, anticipó que impulsará en el parlamento una amnistía que beneficiaría a su padre.
Es “nuestro único objetivo, a partir de este momento”, dijo a periodistas en Brasilia acompañado de la bancada bolsonarista.
La cámara baja aprobó una moción de urgencia para el texto en septiembre. Pero la iniciativa se desinfló después de grandes protestas en varias ciudades de Brasil.
Con información de AFP*