Chicago, la tercera ciudad más grande e importante de Estados Unidos, tendrá intervención de fuerzas del orden tras la preocupación republicana por la seguridad de la ‘Ciudad de los Vientos’.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad, confirmó el domingo 31 de agosto que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) tendrá irrupción en Chicago, aumentando operaciones y número de agentes.
“Ya hemos tenido operaciones en curso con ICE en Chicago, pero tenemos la intención de agregar más recursos a esas operaciones”, declaró Noem en una entrevista con CBS News.
Según informes preliminares de la AP, la intervención a gran escala comenzaría el 5 de septiembre y se podría extender alrededor de un mes.
La administración Trump sostiene que la delincuencia en la ciudad está desbordada y, constantemente, ha criticado la gestión demócrata de Illinois en cabeza de J. B. Pritzker, y también la del alcalde de Chicago, Brandon Johnson.
“El gobernador Pritzker tuvo seis asesinatos en Chicago este fin de semana. 20 personas recibieron disparos. Pero no quiere pedirme mi ayuda”, mencionó Donald Trump en su perfil de Truth Social.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, argumentó en una rueda de prensa el viernes pasado que “durante trece años consecutivos, Chicago ha tenido el mayor número de asesinatos de cualquier ciudad de EE. UU. Este es el legado del gobernador (de Illinois)”.
Igualmente, Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, mencionó que “Chicago es uno de los lugares más peligrosos del mundo con su tasa de homicidio”.
“Ya ni siquiera informan de los asesinatos en las noticias de la noche porque son muy comunes”, enfatizó el congresista.
La defensa de Chicago
“El Departamento de Policía de Chicago no podrá ayudar a las autoridades federales con la aplicación de las leyes de inmigración civil o con cualquier patrullaje relacionado, paradas de tráfico y puestos de control durante el aumento”, indicó una orden ejecutiva firmada por el alcalde Brandon Johnson.
Chicago es una de las ‘ciudades santuario’ de Estados Unidos, y sus políticas están enfocadas en proteger los derechos de la comunidad inmigrante.
El alcalde ordenó a todos los departamentos de la ciudad proteger los derechos constitucionales de los residentes de Chicago. Esto, ante la posibilidad de una inminente inmigración militarizada o el despliegue de la Guardia Nacional por parte del gobierno federal, informó AP.
Los mandatarios de Illinois y Chicago han sostenido que los índices de criminalidad sí han bajado y que las intenciones de Trump no tienen fundamento.
El Departamento de Seguridad habría solicitado la semana pasada apoyo logístico a los funcionarios de la Estación Naval de los Grandes Lagos, a 56 km de Chicago, para apoyar las operaciones de ICE.