Chicago, la ciudad principal del estado de Illinois, ha tenido días tensionantes en diferentes zonas tras la irrupción de agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos), lo que ha causado indignación en sus comunidades.
En varios vecindarios se ha visto cómo los habitantes han rechazado la presencia de los oficiales migratorios, mientras que en algunos puntos de la Ciudad de los Vientos se han registrado algunas protestas.
Ante la escalada en estas acciones, el gobernador de Illinois, JB Pritzker, le informó a la prensa de la región que el Departamento de Seguridad Nacional habría solicitado el despliegue de 100 efectivos de la Guardia Nacional al Departamento de Guerra, a través de un memorando.
“No se trata de combatir la delincuencia, se trata de sembrar el miedo y la intimidación entre los estadounidenses... Se trata de consolidar el poder en manos de Donald Trump", afirmó Pritzker.
Sean Parnell, portavoz del Pentágono, le confirmó a Usa Today que “el Departamento de Guerra ha recibido una solicitud de asistencia para proteger al personal, las propiedades y las funciones federales en el estado de Illinois. Todas las decisiones se tomarán de acuerdo con los procesos establecidos y se anunciarán oportunamente”.
El gobernador sostiene que las intenciones de Trump no se tratan solo de redadas migratorias, sino de “tomar el control” del estado santuario y demócrata.
Incluso, insinuó que dicho memorando fue muy similar al usado para enviar tropas a Portland, Oregon, con la excusa del orden público y con el objetivo de combatir la “extrema izquierda”. Además, denuncia agresiones a periodistas que cubren las manifestaciones ciudadanas.
Según el DHS, se han detenido alrededor de 700 inmigrantes en las 3 semanas que lleva la ejecución de la Operación Midway Blitz.
Los agentes del orden migratorio han hecho presencia en zonas concurridas de Chicago, e incluso se les ha visto caminar entre transeúntes y turistas sin mayor cuidado.
Ante dicha situación, las comunidades de Chicago se han unido para enfrentar al ICE, con acciones colectivas que van desde tomar evidencia fotográfica y alertar vecinos, hasta protestas en una sede de la entidad migratoria en 1930 Beach Street, Broadview.
Los habitantes de la ciudad alegan que las detenciones se están encaminando hacia inmigrantes trabajadores del común sin antecedentes penales.
Más del 40% de la población de Chicago son inmigrantes latinos y comunidades afroamericanas, quienes han rechazado tajantemente la intervención de Trump en una de la metrópoli más importantes de Estados Unidos.