Los manantiales de agua dulce son una de las joyas naturales de Florida, que ostenta la mayor cantidad de estos paisajes a nivel mundial.

Sin embargo, estos acuíferos, que también dotan de agua potable a varias zonas del estado, se encuentran en riesgo por el avance de construcciones, la contaminación y los efectos del cambio climático.

Por ejemplo, Crystal Spring, un enorme acuífero subterráneo de agua cristalina y fuente de agua potable, está siendo afectado por una localidad en expansión.

Zephyrhills, el nombre de la zona al centro-oeste de Florida, se vio obligado a parar algunas construcciones de crecimiento porque no tenían como garantizar la subsistencia sana del líquido vital.

Nivel del agua el martes 15 de julio de 2025, en White Springs. | Foto: x

Steven Spina, miembro del ayuntamiento del lugar, aseguró para Associated Press que “muchos residentes lo consideraron positivo. Se alegraron de vernos tomar un respiro“.

Las cifras indican que los acuíferos subterráneos de Florida representan el 90 % del agua para consumo humano de todo el estado, incluyendo ciudades grandes como Miami.

Se estima que la superficie de los manantiales llegan a 250.000 kilómetros cuadrados de extensión, y con más de mil en su haber, es una zona única en el mundo.

Una pareja flota en el manantial Poe en medio de una floración de algas el martes 15 de julio de 2025, en el condado de Alachua, Florida | Foto: x

26 de 30 manantiales que generan 246 millones de litros de agua por día, están contaminados. Cifra que revela la magnitud del problema.

Las razones de la contaminación

La agricultura emerge como una dificultad ante el daño de los manantiales, por el uso de fertilizantes que contienen nitrógeno y fosfato que generan una especie de algas que sofocan las fuentes subterráneas.

Ryan Smart, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Florida Springs Council, dice que “cuando esas algas lo cubren todo, se pierden todas las praderas marinas. Las praderas marinas son los bosques del agua”.

“Entonces se empieza a perder la biodiversidad. E incluso pone en riesgo nuestra agua potable”, explica Smart.

El director ejecutivo del Consejo de Manantiales de Florida, se sienta en el manantial Poe el martes 15 de julio de 2025, en el condado de Alachua, Florida. | Foto: x

El mayor lío es el crecimiento desenfrenado en varias partes de Florida. La llegada de nuevos habitantes al estado implica la construcción de carreteras, edificios, viviendas, hospitales, colegios y demás lugares de referencia para conformar un condado.

Esto aumenta las solicitudes para recoger agua potable de los acuíferos, llenando su capacidad y convirtiendo la sequía en un riesgo latente.

Igualmente, los manantiales de aguas cristalinas que se usan para bañistas también están sufriendo consecuencias, con cambio de color en el agua y deterioro del ambiente en general.

Expertos hacen un llamado para que el estado proteja estos recursos naturales ante el desarrollo desmedido.

*Con información de AP