El gigantesco esquema que desvió más de 250 millones de dólares del programa federal de comidas infantiles en Minnesota sigue revelando dimensiones cada vez más profundas.
Según el director del FBI bajo la administración Trump, la investigación continúa “muy activa” y ya suma al menos 78 personas arrestadas, entre operarios, coordinadores y líderes de Feeding Our Future, la organización señalada como epicentro del fraude.
Las autoridades advierten que se esperan más cargos y nuevas revelaciones sobre el uso de empresas fachada, facturas falsas y dinero público destinado a alimentar a niños vulnerables que terminó financiando lujos, propiedades y lavado de activos.
Así operaba el esquema: falsedad documental y empresas pantalla
El engranaje del fraude se basó en la creación de decenas de entidades como restaurantes, centros de comidas, fundaciones, sitios educativos, muchas veces sin infraestructura real.
Con apenas papeles y cifras infladas, reclamaban fondos ante el programa federal de nutrición infantil, que luego eran reembolsados, dinero destinado a cubrir costos de alimentos entregados a niños de bajos ingresos, según lo ha revelado The Guardian.
El dinero se destinó a la compra de bienes de lujo: autos costosos, propiedades en Estados Unidos e incluso en el extranjero, viajes y otros gastos personales.
Además, la mecánica de sobornos y consultorías ficticias permitió lavar dinero mediante empresas pantalla.
De acuerdo a lo que ha informado CBS News, cuando el programa pandémico fue modificado para permitir que restaurantes u organizaciones diversas participaran con el fin de atender una emergencia social, se abrió una puerta grande y mal supervisada, para abusos.
Feeding Our Future (FOF), encargada de administrar los fondos federales del Programa de Servicio de Alimentos para Niños y Adultos (CACFP) y del Programa de Servicio de Alimentos de Verano (SFSP), aprovechó esa remodelación normativa con una red de sedes nuevas y poco control estatal.
Durante un tiempo, las autoridades estatales y federales no detectaron con eficacia las inconsistencias de volumen, estructura y operaciones reales.
Facturas masivas, sedes recién creadas, escaso personal, y ausencia de evidencia física de servicios prestados, permitió que el esquema creciera hasta alcanzar decenas de millones en fondos malversados.
Tras denuncias internas, investigaciones del Federal Bureau of Investigation (FBI) y organismos de control, se desenredó la trama.
Desde entonces, decenas han sido arrestados, juzgados y condenados.
¿Qué ha dicho el FBI?
El FBI ha descrito el fraude de Feeding Our Future como uno de los esquemas más graves surgidos durante la pandemia.
El entonces director del FBI, Christopher Wray, afirmó que los acusados “robaron fondos destinados a niños vulnerables” y calificó el caso como “el mayor fraude pandémico descubierto hasta ahora”, subrayando que los responsables explotaron un programa de nutrición infantil para enriquecerse mediante facturas falsas, sedes ficticias y documentos manipulados.
En declaraciones más recientes, el agente especial Alvin M. Winston Sr., jefe de la oficina del FBI en Minneapolis, reiteró que la investigación sigue activa y que la agencia “no se detendrá hasta llevar ante la justicia a quienes se aprovecharon de recursos públicos”.
Aseguró, además, que estos crímenes perjudican directamente a los contribuyentes y advirtió que quienes intenten evadir responsabilidades “pagarán el precio completo” de su conducta.
Aunque ya hay condenas firmes, como varios años de prisión, decomiso de bienes, restituciones multimillonarias, la investigación no ha concluido.
Recientemente, se imputó a la persona número 78 relacionada con el esquema, lo que evidencia que aún hay pendientes.