Lorenzo Antonio Batrez Vargas, un hombre de 32 años originario de México, perdió la vida el pasado 31 de agosto mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Arizona.
Su fallecimiento ocurrió en el Centro Médico Mountain Vista, en la ciudad de Mesa, donde fue trasladado tras presentar complicaciones de salud.
Según ICE, Batrez Vargas fue declarado muerto a las 7:02 de la mañana y, como parte del protocolo, se notificó de inmediato a las autoridades correspondientes, incluida la embajada de México y la Oficina del Inspector General. La causa exacta de su muerte sigue bajo investigación, a la espera de los resultados médicos oficiales.
La trayectoria de Batrez en Estados Unidos estuvo marcada por una serie de encuentros con la justicia. En 2018, fue arrestado en Flagstaff, Arizona, por conducir bajo los efectos de sustancias, delito por el cual recibió una condena ese mismo año.
Posteriormente, en 2024, volvió a ser detenido por un incidente similar, lo que derivó en una sentencia de diez días de confinamiento.
En agosto de 2025, apenas semanas antes de su fallecimiento, fue arrestado nuevamente por cargos relacionados con posesión y uso de parafernalia de drogas, considerados como un delito grave en Arizona.
Tras ese episodio, fue transferido a la custodia de ICE y llevado al complejo correccional central de Florence, donde permaneció hasta que su salud se deterioró.
De acuerdo con el comunicado oficial, Batrez Vargas recibió atención médica durante su estadía en detención. El organismo asegura que todos los migrantes bajo custodia son sometidos a un examen inicial en las primeras 12 horas, a una evaluación médica más completa dentro de los primeros 14 días, y cuentan con acceso a atención las 24 horas.
Sin embargo, familiares y allegados han puesto en duda la calidad del tratamiento recibido. A través de una campaña creada en la plataforma GoFundMe, se expresó preocupación de que su muerte pudiera estar relacionada con complicaciones derivadas de COVID-19, aunque esa versión no ha sido confirmada oficialmente.
Para sus seres queridos, la noticia fue un golpe inesperado, pues aseguran que Lorenzo mantenía comunicación frecuente y nunca reportó problemas graves de salud previos.
La historia de Batrez también expone la difícil realidad de muchos migrantes que enfrentan procesos judiciales en Estados Unidos. Su paso por el sistema penitenciario y, finalmente, por los centros de detención del ICE, refleja el duro camino de quienes se ven atrapados entre la búsqueda de mejores oportunidades y las consecuencias legales de sus actos.
La embajada de México en Estados Unidos confirmó que está siguiendo de cerca la investigación y que se mantiene en contacto con la familia para brindar apoyo consular. Mientras tanto, la comunidad de Flagstaff, donde residía antes de su detención, ha comenzado a organizar actividades solidarias para cubrir gastos funerarios y acompañar a sus familiares.
La muerte de Lorenzo Antonio Batrez Vargas deja un vacío entre quienes lo conocieron y abre interrogantes sobre la transparencia en torno a las condiciones de salud de los migrantes detenidos en Estados Unidos.