El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano anunció, hace unos meses, que los residentes no permanentes en los Estados Unidos, incluidos los titulares de visas H-1B, ya no serán elegibles para hipotecas dadas por la Administración Federal de Hipotecas (FHA), lo cual ha comenzado a repercutir en el mercado inmobiliario.
El número de nuevas hipotecas de la FHA otorgadas a residentes no permanentes se ha reducido prácticamente a cero, alcanzando uno de los niveles más bajos de los últimos tiempos.
¿Cómo impacta esta decisión en el mercado de vivienda norteamericano?
Las razones por las que se ha producido este cambio en el mercado inmobiliario responden a las acciones que ha venido haciendo el Gobierno para proteger a los nacionales norteamericanos.
Esta medida encaja con el compromiso del presidente Donald Trump de “salvaguardar las oportunidades económicas para los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes legales”.
De ahí, que el acceso a hipotecas aseguradas por la FHA están reservados para aquellas personas que cuentan con un estatus permanente legal.
Un nuevo informe de JBREC, escrito por Thomas y sus colegas Eric Finnigan y Zack Ray, encontró que los residentes no permanentes, también conocidos como NPR, representaron menos del 1 por ciento del volumen de préstamos de la FHA a nivel nacional en junio.
La misma firma asegura que entre julio y agosto, la proporción fue cercana al cero por ciento, como resultado del cambio de reglamentación hecho en mayo.
Los cambios propuestos han influido en la decisión de compra de los residentes no permanentes, quienes, ante la falta de apoyo crediticio, han optado por no comprar vivienda, en algunos casos.
¿Qué alternativas de financiamiento tienen los inmigrantes con visa H-1B que deseen comprar vivienda en Estados Unidos?
Los inmigrantes con visa H-1B han optado por otras alternativas para poder acceder a préstamos para vivienda, entre las que se encuentran:
- Préstamos de bancos comunitarios o credit unions locales: algunas cooperativas de crédito y bancos pequeños ofrecen hipotecas personalizadas sin exigir residencia permanente, siempre que el solicitante tenga ingresos estables y un historial crediticio sólido en EE. UU.
- Préstamos hipotecarios internacionales (Foreign National Loans): varios prestamistas especializados ofrecen este tipo de crédito a extranjeros con visas de trabajo. Suelen requerir un pago inicial más alto.
- Cofirmar la hipoteca con un residente o ciudadano estadounidense: varios inmigrantes optan por incluir a un familiar o pareja con estatus legal permanente como cofirmante, lo que mejora las probabilidades de aprobación.
- Programas de financiamiento del empleador: en sectores tecnológicos o de ingeniería, ciertas empresas ofrecen asistencia para la compra de vivienda o convenios con bancos para apoyar a sus trabajadores H-1B en el proceso hipotecario.
- Compra al contado o a través de inversionistas privados: aunque es una opción menos común, algunos inmigrantes optan por comprar propiedades al contado o mediante acuerdos privados.
Las nuevas políticas de Donald Trump, sumadas a los altos costos de las viviendas, han sido una piedra en el zapato para que los residentes no permanentes puedan obtener una vivienda propia.
Esto ha hecho que cada vez sea menos atractivo para los extranjeros venir a trabajar a los Estados Unidos.
“Esta orden ejecutiva sofoca un programa de inmigración legal del que dependen muchas empresas estadounidenses, con efectos que benefician a los estadounidenses y a la economía de Estados Unidos”, dijo Jennie Murray, presidenta y directora ejecutiva del Foro Nacional de Inmigración, en un comunicado a Newsweek.