Donald Trump volvió a la Casa Blanca este año con la promesa de reducir el gasto federal, para lo que ha cancelado decenas de programas nacionales e internacionales que recibía altos presupuestos del Gobierno. La Administración continúa con las intenciones de recortar el Departamento de Educación, al que ya le ha suspendido varias subvenciones a diversas universidades y ayudas estudiantiles.

Los nuevos acuerdos que ha establecido el Gobierno transfieren parte del presupuesto que recibían los colegios y universidades a los Departamentos de Trabajo, de Salud y Servicios Humanos, de Interior y al de Estado.

Este traspaso también incluye las labores que tenía a cargo el Departamento de Educación como algunos programas que benefician a millones de estadounidenses que cursan algún nivel educativo.

Miles de estudiantes podrían perder financiación de sus programas, o no recibir la condonación de sus altas deudas. | Foto: El País

El Departamento de Trabajo será el responsable de los mayores flujos de financiación para las escuelas, como el proyecto Título I, que destina 18 millones de dólares a comunidades de bajos ingresos alrededor del país. También liderará los programas de financiación para los profesores y otras iniciativas de enseñanza que respalda económicamente el Estado.

El organismo gubernamental de Salud estará a cargo de los programas para estudiantes con hijos, el de Estado va a supervisar el envío de dinero para iniciativas de enseñanza del inglés en los colegios, mientras que el Interior gestionará los programas de educación para los ciudadanos estadounidenses, así como becas o ayudas económicas para ingresar a una institución académica.

En octubre, el Gobierno estableció una condonación de deudas estudiantiles para aquellas personas que hayan pagado entre 20 y 25 años de pagos de manera consecutiva. Hasta ahora, están en vilo sobre sus solicitudes de indulto del préstamo y sobre el futuro de los programas que han facilitado su vida educativa.

Son más de 42 millones de estudiantes de EE. UU. que suman una deuda de hasta 1,7 billones de dólares. | Foto: El País

Desde marzo de este año, el Gobierno de Trump ha sostenido que planea desmantelar el Departamento de Educación por completo. Para hacerlo, ha despedido a cientos de empleados federales y ha adelantado cientos de jubilaciones.

La Administración se defiende al asegurar que a transferencia de los programas para otros departamentos demuestra que el de Educación no es necesario para sostener los proyectos gubernamentales, además que ahorraría millones de dólares para el país.

Secretaria de Educación de EE.UU., Linda McMahon. | Foto: 2025 Anadolu

Por su parte, la secretaria de Educación, la republicana Linda McMahon, dijo que estas medidas forman parte de una “acción audaz para desmantelar la burocracia educativa federal y devolver la educación a los estados”. Pese a los señalamientos que ha recibido, la funcionaria sostiene que el departamento se convirtió en una “burocracia inflada”, mientras que el rendimiento estudiantil se queda atrás.

Sin embargo, algunos expertos y opositores de la medida, indican que desmantelar el departamento podría afectar decenas de programas que actualmente ayudan a los estudiantes vulnerables, incluso podría haber interrupciones que dejen sin solución a los beneficiarios, muchos de ellos jóvenes que no cuentan con los recursos para asistir a una universidad.