El gobierno de Donald Trump calificó este domingo a Chicago como una “zona de guerra” para justificar el despliegue de soldados contra la voluntad de la administración demócrata de la ciudad, mientras que tropas en el estado de California fueron enviadas a Oregón pese al bloqueo de esa medida en la justicia.

La oposición acusa al presidente republicano, que ha lanzado una ofensiva contra la delincuencia y la inmigración, de ejercer el poder de manera autoritaria.

En la noche del sábado, Trump autorizó el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a pesar del rechazo de cargos locales, entre ellos el gobernador del estado de Illinois, cuya capital es Chicago, J.B. Pritzker.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió este domingo la medida, afirmando en Fox News que Chicago es “una zona de guerra”.

La Guardia Nacional fue desplegada primero en Washington D. C. | Foto: 2025 Getty Images

Pero Pritzker, en el programa State of the Union de CNN, acusó a los republicanos de intentar sembrar el caos. “Quieren crear la zona de guerra para poder enviar aún más tropas. Tienen que largarse de aquí cuanto antes”, dijo.

Una encuesta de CBS publicada el domingo reveló que una minoría de estadounidenses, el 42 %, está a favor de desplegar la Guardia Nacional en las ciudades, mientras el 58 % se opone.

Trump, quien el martes pasado habló de usar el ejército para una “guerra interna”, no da señales de ceder en su campaña de línea dura.

“Portland está en llamas. Hay insurrectos por todas partes”, dijo este domingo, sin aportar pruebas de ello.

Chicago es la ciudad más reciente donde se ha desplegado la guardia. | Foto: 2025 Getty Images

Mike Johnson, presidente republicano de la Cámara de Representantes, se hizo eco de la retórica del presidente declarando en el programa Meet the Press de la NBC, también este domingo, que las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en Washington, la capital de Estados Unidos, habían acudido a una “zona de guerra literal”.

Despliegue en Oregón

Pero la campaña de Trump para recurrir al ejército para mantener la seguridad interna se topó con un obstáculo la noche del sábado en Portland, Oregón, cuando un tribunal dictaminó que el despliegue militar en la ciudad era ilegal.

Pese a ello, la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, informó el domingo que un contingente de “101” guardias nacionales llegados desde California fueron desplegados.

“Esta decisión parece ser intencional para eludir la sentencia de una jueza federal” ayer, dijo Kotek. “No hay necesidad de una intervención militar en Oregón. No hay una insurrección en Portland”, agregó.

El gobernador de California, Gavin Newsom. | Foto: 2025 Getty Images

El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, se sumó a las críticas y prometió acciones legales.

“Su despliegue de la Guardia Nacional de California en Oregón no tiene que ver con la criminalidad. Tiene que ver con el poder. Está utilizando a nuestros militares como peones políticos para construir su ego”, expresó Newsom.

Trump ha calificado repetidamente Portland como una “ciudad devastada por la guerra”, pero la jueza federal Karin Immergut había emitido el sábado un bloqueo temporal al despliegue militar, argumentando que “la determinación del presidente simplemente no se ajusta a los hechos”.

Aunque Portland ha sufrido ataques aislados contra agentes y propiedades federales, la administración de Trump no ha logrado demostrar “que esos episodios de violencia formen parte de un intento organizado de derrocar al gobierno” que justificara el uso de la fuerza militar, afirmó la magistrada.

Uno de los asesores clave de Trump, Stephen Miller, calificó la orden de la jueza de “insurrección legal”.

Gobernador de Illinois, J. B. Pritzker. | Foto: 2025 Getty Images

Tiroteo en Chicago

Además del despliegue de tropas, la ofensiva de Trump está siendo liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), una agencia que está creciendo rápidamente tanto en personal como en funciones.

Las redadas del ICE en todo el país, principalmente en ciudades gobernadas por demócratas, son protagonizadas a menudo por grupos de hombres enmascarados y armados que se desplazan en autos sin identificación y en vehículos blindados.

El sábado, en Chicago, un agente federal disparó a un automovilista que, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), estaba armado y embistió a una de sus patrullas.

El 12 de septiembre, agentes del ICE mataron a Silverio Villegas González, un inmigrante de 38 años que habría intentado escapar durante un control de tránsito y embestir a una patrulla con su vehículo.