En el mes de abril, las autoridades emitieron una orden de captura en contra del auxiliar de enfermería Jorge Enrique Pérez, denunciado por abusar sexualmente de pacientes psiquiátricas en la Unidad Mental del Hospital La Victoria, ubicado en el sur de Bogotá.

En el día de hoy, primero de octubre, la Fiscalía General de la Nación judicializó al auxiliar de enfermería como el presunto responsable de abuso sexual de seis mujeres, afirmando que dos de ellas son menores de edad.

Las víctimas eran pacientes del centro médico y se encontraban bajo observación y tratamiento, donde presuntamente Pérez ingresaba en las noches a las habitaciones para violarlas.

Luego de que el CTI y la Fiscalía recopilaran material probatorio, se dio lugar a la captura del sospechoso en la localidad de Fontibón en la ciudad de Bogotá, donde el sujeto no aceptó los cargos y tendrá que cumplir una medida de aseguramiento privativa de la libertad en una cárcel, asegura la Fiscalía.

El fiscal de la Seccional de Bogotá le leyó al detenido ante un juez de Control de Garantías los cargos imputados: acto sexual con persona puesta en incapacidad de resistir, con circunstancias de agravación y el delito de acceso carnal.

Por su parte, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, le envió un mensaje de agradecimiento a la entidad regulatoria por su labor en este caso:

“Agradezco profundamente a @FiscaliaCol haber capturado a este desgraciado que aprovechaba su trabajo de auxiliar de enfermería en la noche para abusar a personas hospitalizadas en la unidad de salud mental del Hospital La Victoria. Las pruebas son contundentes. ¡Que haya justicia!”, puntualizó.

¿Qué pasó?

La denuncia fue hecha por algunos familiares de las pacientes, que aseguraron que sus seres queridos fueron víctimas de tocamientos indebidos y abuso sexual.

La Personería, junto a las secretarias de Salud y de la Mujer de Bogotá, presentaron la denuncia ante la Fiscalía General en contra del auxiliar de enfermería el pasado primero de abril. En la acción judicial se citaron varios de los testimonios y reclamos de los familiares de la víctima.

La orden de captura fue emitida por el Juzgado 32 de Control de Garantías de Bogotá, atendiendo una solicitud de la Fiscalía.

Noche de horror en el hospital

SEMANA reconstruyó con personal del Distrito y familiares de las víctimas lo que pasó esa madrugada y los detalles son escabrosos.

Todo apunta al auxiliar de enfermería Jorge Pérez, quien aparece en las cámaras de seguridad del hospital caminando por el área de salud mental pasada la medianoche, aunque personal de la Secretaría de Salud le confirmó a SEMANA que a esa hora no tenía por qué estar ahí, pues era el momento del descanso que tienen que tomar en el turno.

Luego ingresó a la habitación, donde hay seis camas, pero solamente estaban cuatro pacientes, todas mujeres, que minutos antes habían recibido sus medicinas.

Es decir, él sabía que estaban sedadas y en estado de indefensión. Con lo que no contó el enfermero es que una de ellas no se tomó las medicinas y estaba consciente de lo que él les estaba haciendo a sus compañeras de habitación.

Wilson, el hermano de la mujer que se dio cuenta de todo, aseguró en diálogo con SEMANA que el enfermero primero intentó realizar actos abusivos con una de las pacientes sedadas, quien en medio de su estado intentó defenderse.

Al ver que la paciente no estaba completamente dormida, pero sí en condición de indefensión, Pérez hizo un breve recorrido y buscó a otra víctima. Se cercioró de que sí estuviera bien dormida, le bajó el pantalón, la ropa interior y habría abusado de ella. Desconcertada por lo que estaba viendo, la familiar de Wilson se levantó de su cama y atacó al enfermero.

El forcejeo, los gritos y la algarabía alertaron a funcionarios del hospital, quienes acudieron a la habitación para verificar qué pasaba. Al llegar al cuarto, la primera enfermera, viendo alterada a la paciente como suele ocurrir con casos psiquiátricos, reaccionó con fuerza y trató de dominarla, según denunció Wilson.

Pero al llegar su jefe se encontró con lo que había realmente detrás de los gritos que rompieron con el silencio del hospital a medianoche. Escondido, detrás de la puerta, estaba el enfermero victimario; revisaron a las pacientes y encontraron que una de ellas estaba con el pantalón abajo y la ropa interior a la altura de la rodilla.