Durante años, una poderosa red de lavado de dinero logró mover millones de dólares del narcotráfico entre Colombia y Europa, ocultando las ganancias del Clan del Golfo bajo fachadas de exportaciones legales y transacciones con criptomonedas.

La estructura, que delinquía desde ciudades como Medellín, Pereira, Madrid e Ibiza, fue desmantelada en una operación conjunta de la Fiscalía General, la Policía Nacional, la Guardia Civil de España y Europol.

Entre los cinco capturados figuran los hermanos Pablo Felipe y Santiago Prada Moriones, conocidos como Black Jack y Marco, señalados como los cerebros financieros del esquema.

Según la Fiscalía y las autoridades que lideraron la operación, la organización combinaba métodos tradicionales y digitales para mover y ocultar recursos derivados del tráfico de cocaína hacia Europa.

En lo operacional, la red habría usado la técnica de “contaminación” de contenedores con cargamentos de gruta para introducir estupefacientes; en lo financiero, migró del sistema Hawala al uso intensivo de criptoactivos y empresas fachada en varios países.

Movilizaron fondos desde más de seis países

La investigación, iniciada en 2022 y trabajada en conjunto con socios europeos, permitió identificar empresas pantalla, billeteras virtuales y comunicaciones cifradas que, según la Fiscalía, habrían servido para lavar por lo menos 182.000 millones de pesos y movilizar fondos desde países como Estados Unidos, México, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos, España y Alemania.

Fueron ubicados en las ciudades españolas de Ibiza y Madrid, y eran buscados en 196 países | Foto: DIJIN

Como resultado procesal, se decretaron medidas cautelares sobre bienes relacionados con la red, con un avalúo aproximado de 53.000 millones de pesos.

Las autoridades identificaron dentro de la estructura a varios roles clave que, según la investigación, permitieron sostener la operación financiera del Clan del Golfo a escala internacional.

Pablo Felipe Prada Moriones, conocido como Black Jack, habría sido el jefe financiero de la red. Las pesquisas apuntan a que pagaba el llamado “impuesto al gramaje” a grupos armados y coordinaba, a través de plataformas cifradas, las comunicaciones para el envío de cargamentos de droga. Su hermano, Santiago Prada Moriones, alias Marco, fue señalado como inversor y supervisor de rutas hacia Centroamérica y Europa.

En el componente logístico, las autoridades ubican a Carlos Ariel Zuluaga Lema, apodado Cejas, quien habría sido el encargado de organizar los movimientos y despachos. A su vez, Jimmy García Solarte, conocido como el Transportador y capturado en Pereira, habría recibido en Colombia pagos del narcotráfico mediante el sistema informal de transferencias Hawala.

Finalmente, en Medellín fue detenida Brenda Yineth Pineda Bedoya, alias la Contadora, señalada de representar sociedades de papel y administrar billeteras virtuales utilizadas para convertir grandes sumas de efectivo en criptoactivos.

‘Modus operandi’: del efectivo a las criptomonedas

El método Hawala —un sistema basado en códigos o tokens— permitió durante años la entrega de dinero en efectivo fuera del circuito bancario.

A partir de 2020, la investigación detectó una transición hacia billeteras virtuales y plataformas de activos virtuales y registradas en diferentes jurisdicciones, con el objetivo —según las autoridades— de dificultar la trazabilidad de los fondos.

En las pericias también apareció evidencia de comunicaciones encriptadas que aportaron miles de mensajes y pruebas al proceso.

Los tres detenidos en España están a la espera de los trámites de extradición a Colombia. Los dos capturados en el país fueron presentados ante un juez de control de garantías, y la Fiscalía les imputó cargos por lavado de activos y concierto para delinquir.