Desde este lunes 19 de julio los habitantes de Bogotá comenzarán a ver en algunas zonas de la ciudad a policías usando un nuevo uniforme azul con el que se busca que los integrantes de la institución tengan mayor visibilidad.
En su momento, el general Jorge Vargas, director de la Policía, indicó que el cambio hace parte de la “transformación integral de la institución para el fortalecimiento del servicio de Policía, cuyo propósito central es enfrentar con mayor contundencia las nuevas dinámicas criminales en procura de reducir significativamente la comisión de delitos en el país y garantizar el cumplimiento de estándares en el servicio que se presta a los ciudadanos a partir del uso legítimo de la fuerza, la garantía de los derechos humanos y el correcto ejercicio de los procedimientos policiales”.
Dentro de este plan piloto se contempla con los nuevos uniformes para las mujeres y hombres del modelo de vigilancia policial en los entornos urbanos (ciudades y municipios) aseguren una mayor visibilidad del servicio y, por ende, una mayor identificación del policía en la atención de los requerimientos ciudadanos siguiendo estándares internacionales.
Este nuevo prototipo reduce el costo de producción de los uniformes en aproximadamente un 6 %, ya que se disminuyen las operaciones de costura, corte y producción al eliminar botones, pliegues y otros elementos que generaban dificultad y podían, en circunstancias excepcionales, retardar la respuesta ante una situación de emergencia.
Desde la Plaza de Bolívar, donde se llevó a cabo la presentación del nuevo uniforme, se indicó que los colores del nuevo uniforme ofrecen un mejor contraste como el azul y el neón (más de 19 estudios internacionales indican que el 85 % de las Policías del mundo utilizan el color azul por tener mayor visibilidad), lo que permitirá al ciudadano ubicar al policía mucho más rápido para la atención de sus requerimientos, pero también para escrutar su labor y denunciarlo en caso de incurrir en alguna irregularidad.
Un aspecto de suma relevancia es que los uniformes tendrán incorporadas cámaras de cuerpo o bodycam, para transmitir en tiempo real los procedimientos que atienda el policía; estos dispositivos se activarán en forma automática cuando el funcionario deba hacer uso de su arma de fuego o el dispositivo táser para proteger la vida de las personas, proceso que será supervisado desde los Centros Automáticos de Despacho (CAD) que tendrán la imagen simultánea desde el lugar en el que se efectúe el procedimiento.
Para el diseño del uniforme se contó con el aporte de 85.731 policías a través de encuestas, entrevistas y pruebas con uniformados del modelo de cuadrantes en Bogotá, y muy especialmente con el concepto de sargentos y comisarios que tienen más de 25 años de experiencia en vigilancia.
El uniforme tradicional verde aceituna se mantendrá en las zonas rurales de Colombia y para las operaciones policiales que requieren este color por razones tácticas y de seguridad del policía.
Se incluye, así mismo, la transformación de las patrullas para que tengan mayor reconocimiento a partir de su impacto visual (con colores de alta visibilidad y el distintivo de cuadros en blanco y negro).
El propósito es transitar hacia un nuevo modelo de seguridad ciudadana que mejore la funcionalidad y el uso de los elementos que necesita el policía para cumplir su labor en las calles, tema que se reforzará también con 7.000 uniformados adicionales que actualmente cumplen labores administrativas y que serán reemplazados por particulares y policías en uso del buen retiro, todos expertos en temas de gestión policial.
En el marco de este proceso de cambio se confeccionarán aproximadamente 1.000 uniformes a cargo del Fondo Rotatorio de la Policía Nacional, con base en las materias primas que aporten proveedores y fabricantes, para realizar las pruebas de calidad, funcionalidad y ergonomía.
El plan piloto contempla que se realicen pruebas de campo en unas localidades de Bogotá y en lugares turísticos del país como San Andrés y Providencia, Cartagena, Santa Marta, Barichara (Santander), Mompox (Bolívar) y Villa de Leyva (Boyacá).