El Centro de Estudios Superiores de la Policía será el nuevo sitio de reclusión del exdirector de la misma institución, el general en retiro Rodolfo Palomino, condenado a la pena de siete años de cárcel por el delito de tráfico de influencias, sentencia firmada por la Sala de primera instancia de la Corte Suprema de Justicia.
En los últimos días, y luego de confirmar la sentencia condenatoria, la Corte Suprema libró la orden de captura respectiva y el propio general Palomino se acercó a una sede de la Policía para explicar que tenía conocimiento de la orden de detención y, por tanto, se puso a disposición de las autoridades.
“Siempre he respetado y acatado las disposiciones de la justicia, así no las comparta, por eso mismo esta mañana me presenté voluntariamente ante el CTI para seguir atendiendo los requerimientos judiciales como corresponde”, dijo el oficial previo a entregarse a las autoridades.
El Inpec recibió de la Corte Suprema de Justicia el fallo condenatorio y la orden de traslado a un centro de reclusión que, por las condiciones del ahora sentenciado, no podía ser otro que una guarnición militar o policial, como resultó ser en esta oportunidad. Tras verificar el espacio, encontraron un cupo en la Escuela de Posgrados de la Policía.
“Fijar como sitio de reclusión el establecimiento que se relaciona a continuación de la persona privada de la libertad cuyo nombre y situación jurídica se enuncie, conforme con la motivación expuesta en el presente acto administrativo”, señala la resolución del Inpec respecto a la orden de traslado.
La condena por el tráfico de influencias en contra del general Palomino estuvo en la oficina de una fiscal, donde supuestamente el exdirector de la Policía llegó para pedirle a la funcionaria evitar un procedimiento de captura en contra de una persona procesada en ese despacho, lo que la delegada del ente acusador consideró una grave intromisión, un tráfico de influencias que no dudó en denunciar.
Sin embargo, con la sentencia condenatoria también llegó un salvamento de voto, una opinión jurídica diferente al resto de magistrados que se fueron por el fallo condenatorio. Un magistrado en la Corte Suprema de Justicia advirtió cómo la conducta, aunque fue grave, no cumplió con el objetivo principal, evitar la captura de la persona que, supuestamente, Palomino trató de ayudar.
“Si bien la conducta fue grave, no causó ningún daño material, pues la señora fiscal no acató lo que le sugirió, al punto que esto fue tema de controversia. La defensa propuso la teoría del delito imposible y además, pese a la negativa de la fiscal, el general no ejecutó acto alguno para impedir o entorpecer el operativo de captura de Gallo Restrepo”, señala el salvamento de voto.