Antanas Mockus siempre se ha caracterizado por ser un personaje polémico y por generar controversia por su particular estilo de hacer política. El exalcalde de Bogotá, y ahora senador, volvió a estar en el ojo del huracán luego de protagonizar un curioso hecho en la posesión del Congreso.Mientras Efraín Cepeda daba su discurso de despedida como presidente del Congreso en el último año, Mockus se acercó al atril y se bajó sus pantalones mostrando sus nalgas. El por primera vez senador hizo este curioso acto como una protesta en contra de sus nuevos compañeros que no estaban poniendo atención a Cepeda.Mockus, que fue elegido por primera vez al Senado con la segunda votación del país, se ha caracterizado en su carrera como pedagogo y político por este tipo de actos. Esta no es la primera vez que se suelta la correa y deja sus nalgas al aire para lograr la atención de la gente.La primera vez que se dio este acto fue en 1991 cuando estaba en la Universidad de Manizales. Ante la gritería de un grupo de estudiantes en una reunión académica el profesor llegó al tope del desespero y la única solución que encontró para lograr la atención de los asistentes fue bajarse los pantalones.El mismo acto simbólico lo repitió en la Universidad Nacional de Bogotá, este hecho fue un escándalo en el país pero terminó favoreciéndolo pues logró la notoriedad que luego le serviría para llegar a la Alcaldía de Bogotá.“Si la gente paga 15.000 pesos o más para verle el trasero a un poco de modelos, yo no veo por qué un estudiante de artes se moleste por el hecho de que un rector mostró su trasero. Probablemente haya sido un mal ejemplo. Pero les garantizo que lo que vieron fue color de paz: blanco", fue la declaración de Mockus para justificar este acto.Las excentricidades de Mockus no pararon ahí y como alcalde de la Capital se hizo famosos por sus irreverentes pero eficientes actos simbólicos.El alcalde salía a las calles disfrazado de un superhéroe llamado Super Cívico, que promovía el cumplimiento de las normas y la cultura ciudadana en Bogotá.En la época de los racionamientos de agua, el mismísimo alcalde se tomó fotos bañándose con una totuma para mostrar que esta era la mejor alternativa para  convivir con los cortes.Otro  escándalo nacional fue el recordado episodio del vaso de agua en contra de Horacio Serpa. En una rueda de prensa con algunos de los candidatos a las elecciones presidenciales de 1998, el profesor tomó un vaso y lo lanzo en contra del tupido bigote del entonces candidato del Partido Liberal.La intención de Mockus era demostrar que la violencia simbólica era mucho mejor que la violencia real.Ni siquiera en su matrimonio, el líder de la Alianza Verde adoptó las costumbres de la sociedad por lo que decidió dar el sí a su esposa Adriana Córdoba montado en un elefante y en un circo, una clara alusión al proceso 8.000 que fue asociado con este animal.Además del elefante también hubo 6 tigres de bengala del Circo de los Hermanos Gasca."Si me vas a dar una muenda, mejor dame una palmada, si me vas a dar una palmada mejor insúltame; pero si me vas a insultar mejor hablemos", decía la invitación a sus nupcias.Con el pasar de los años cada vez fueron menos los actos de este talante pero en 2016 volvió a ser protagonista de las noticias por una guerra de almohadas en Bucaramanga. El evento realizado en la Plazoleta del Rosario tuvo más de 200 asistentes que como Mockus, querían promover la paz en esta inusual guerra que en vez de tener golpes y violencia tuvo risas y abrazos.