Hace unos días el representante a la Cámara Inti Asprilla publicó en sus redes sociales un video en el que se puede observar una agresión de un uniformado de la Policía de Bogotá contra una vendedora de tintos informal.

En las imágenes, que corresponden a un video del 6 de agosto, se aprecia cuando el uniformado, identificado como Diego Rodríguez, se bajó de una motocicleta y pateó el puesto de trabajo de la vendedora; también se ve cómo caen vasos, termos y todo lo que utiliza la mujer para obtener su sustento diario.

Uno de los dos uniformados discutió con la mujer y el otro decidió, violentamente, patearla y tirar sus cosas, dejando los elementos del puesto informal regados en el piso mientras tomaba un bolillo en una posición desafiante.

Sobre el violento hecho, la Policía Nacional emitió un comunicado en sus redes sociales aclarando lo sucedido.

En primer lugar, autoridades afirmaron que las imágenes no corresponden a hechos “coyunturales”, sino a una situación registrada en agosto de 2021 y que en ese momento se brindó atención prioritaria al caso por “grupos disciplinarios y de Derechos Humanos”.

Igualmente, el comunicado aclara que “en aquella ocasión, el Comando de la Policía de Bogotá entregó instrucciones claras y precisas para investigar la actuación de los uniformados que se vieron en las imágenes, quienes a la trabajadora informan le repusieron todos los elementos que le fueron averiados”.

Sin embargo, en entrevista con la emisora W Radio, la vendedora Leidy Saavedra aseguró que su calvario no acabó allí porque además de haber sido agredida por el oficial, también recibió una millonaria multa que no podría pagar con lo que gana diariamente en su puesto de venta informal.

Según lo explicado por la vendedora, de 31 años y madre de tres hijos pequeños, el oficial de Policía le impuso un comparendo que ronda los siete millones de pesos, dinero con el que no cuenta ya que, según contó, en sus mejores días consigue entre 40.000 y 50.000 pesos, pero la mayoría de los días obtiene cerca de 20.000 pesos de ganancia para el sustento de sus hijos y su hogar.

En diálogo con la emisora, Saavedra explicó que el comparendo le fue impuesto por “irrespeto a la autoridad” porque el uniformado alegó que ella lo agredió verbalmente y se opuso al arresto.

Además, en el informe que entregó el oficial de Policía a sus superiores afirmaba que lo que había pasado con el puesto de la vendedora fue un accidente, ya que había “tropezado” con una baldosa causando la caída de los implementos de trabajo.

“Yo al escuchar que estaba alterada me le acerco a la señora, le solicito la cédula, pero esta señora sigue de grosera y opté por ponerle las esposas y al momento en que trato de ponérselas tropiezo con una baldosa y le volteó los termos a la señora”, dice el reporte publicado por W Radio.

Sin embargo, esto no es lo que las imágenes dieron a conocer a la opinión pública, pues en el video difundido por el representante Asprilla se ve claramente cuando el uniformado patea los implementos de trabajo de la vendedora.

El comparendo emitido fijó una sanción de ocho salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que representa unos siete millones de pesos que la vendedora no tiene cómo pagar.

Además, en el reporte dice que: “De igual forma, le manifiesto verbalmente que yo le respondía si le causé daños a sus termos”, dice el oficial, pero hasta el momento no ha recibido nada de los uniformados.

De hecho, Saavedra aseguró que cuando ella les pidió que pagaran, la segunda patrullera que estaba en el lugar le dijo: “Muy de malas por usted, porque yo sí tengo un trabajo fijo”.

La emisora consultó al general Eliécer Camacho, quien aseguró que el comparendo que se le impuso a la vendedora no es de siete millones, sino que es de tipo dos, con un valor cercano a los dos millones de pesos, pero que ya fue revocado y que se le hará acompañamiento a “la señora Leidy” para resarcir el daño.