Tras enfrentamientos entre tropas del Ejército y presuntos miembros de Clan del Golfo, fuentes de inteligencia informaron a SEMANA que un suboficial de Ejército Nacional murió y otro uniformado permanece desaparecido. Los hechos ocurrieron durante una operación que, según la el Ejército, buscaba proteger a la población civil.
El choque se registró este lunes, 24 de noviembre, en la vereda Lopia, del municipio de Dabeiba, donde se desplegaron tropas del Batallón de Ingenieros n.° 17 General Carlos Bejarano Muñoz, bajo el comando de la Décima Sétima Brigada.
En un informe señalaron que las unidades sostuvieron combates con presuntos integrantes de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, vinculada al grupo armado organizado conocido como Clan del Golfo.
La víctima fue identificada por la Fuerza como el cabo tercero Danilo Fernando Meneses Betancurt. En el mismo informe se notificó la desaparición del soldado profesional Yiminson Mosquera Perea, a quien las tropas están buscando en el área mientras se refuerzan los dispositivos de seguridad en la zona. Por ahora, no hay confirmación sobre el paradero ni el estado del solado desaparecido.
La Séptima División del Ejército emitió un comunicado en el que lamentó la muerte del suboficial y aseguró que dispuso de un equipo interdisciplinario para acompañar a la familia y a los compañeros del uniformado. Además, se precisó que las operaciones continuarán con el objetivo de restablecer el orden y proteger a los habitantes de la región.
En el terreno, las unidades militares aumentaron su presencia y realizaron patrullajes y barridos en sectores aledaños a Lopia. La subestructura Edwin Román Velásquez Valle ha sido señalada como una de las células del Clan del Golfo con presencia en áreas rurales del occidente antioqueño.
La región ha mantenido históricamente episodios de enfrentamiento entre las fuerzas del Estado y grupos armados ilegales. En este caso particular, la prioridad era proteger a la población civil de la vereda donde se desarrolló la operación.
En diferentes regiones del país, el Clan del Golfo ha sido identificado por las autoridades como uno de los grupos armados con mayor incidencia en hechos de violencia y control ilegal de territorios. Sus estructuras suelen delinquir mediante intimidación a la población, restricciones a la movilidad, presiones a comunidades rurales y acciones armadas contra la fuerza pública.
Esta organización ha mantenido una presencia persistente en zonas estratégicas para economías ilícitas y corredores de movilidad. Por eso, las operaciones militares se han concentrado en impedir el avance de sus subestructuras y reducir su capacidad de afectas a las comunidades.