El personero de Bogotá lanzó un mensaje contundente sobre la seguridad de la capital del país durante su intervención en el foro de seguridad urbana, que se desarrolló en la mañana de este 2 de diciembre en las instalaciones de la personería.
Al evento asistieron, el brigadier general Giovanny Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el director de Bogotá Cómo Vamos, Felipe Mariño; expertos en seguridad y defensa nacionales y distritales y los 20 alcaldes locales. El secretario de Seguridad, César Restrepo, no asistió al evento, lo que causó sorpresa entre los asistentes.
De acuerdo con lo dicho por el personero Andrés Castro en su discurso inaugural, la ciudad vive un momento crítico que exige decisiones y resultados, no diagnósticos repetidos.
Frente a funcionarios, autoridades y expertos, el jefe del Ministerio Público distrital advirtió que la seguridad dejó de ser un debate técnico para convertirse en el principal reclamo ciudadano, sustentado, como él mismo lo dijo, en una realidad que se siente en las calles, en los colegios, en el transporte y en los barrios donde la vida cotidiana transcurre bajo presión.
Las cifras expuestas por Castro dimensionan el desafío que tienen los organismos de seguridad en la capital. Según esos mismos datos, son 1.214 homicidios registrados en 2024 y 974 en lo corrido de 2025, con disputas entre estructuras criminales detrás de buena parte de los casos.
Por otro lado, el personero alertó sobre un incremento del 73 por ciento en la extorsión, que ya ronda los 1.500 reportes anuales; y más de 100.000 hurtos a personas cada año, lo que significa que, en promedio, 300 bogotanos son víctimas de este delito cada día.
A ello se suman 42.716 casos de violencia intrafamiliar y más de 7.793 delitos sexuales, cifras que, según las cuentas del ministerio público, tienen un subregistro profundo.
El personero también advirtió sobre la expansión de economías ilegales que ocupan vacíos institucionales: más de 600 puntos críticos de microtráfico, cobros informales, contrabando y bandas con conexiones nacionales y transnacionales que reclutan adolescentes y disputan territorio.
“Cuando el Estado llega tarde, el miedo llega primero”, afirmó al recordar que detrás de cada estadística hay una víctima. Por eso llamó a convertir la seguridad en una política de ciudad y no de gobierno.
Insistió en fortalecer la protección a denunciantes, articular a las instituciones, enfrentar la extorsión, atender a mujeres y niños, y perseguir el microtráfico con inteligencia social.
Finalmente, el personero señaló que desde la Personería están listos para vigilar, exigir y acompañar, pero también para insistir en que Bogotá no está vencida.
“En los barrios persisten liderazgos, redes comunitarias y una juventud que busca oportunidades. La esperanza no es ingenuidad, es responsabilidad”, concluyó Castro, al pedir que el foro marque el inicio de un trabajo permanente y no un paréntesis institucional.