La descertificación de Estados Unidos a Colombia en su lucha contra las drogas, conocida este lunes 15 de septiembre, tuvo la primera consecuencia: el gobierno del presidente Gustavo Petro suspenderá la compra de armamento a esa nación como señal de inconformidad.
Este martes 16 de septiembre, el ministro del Interior, Armando Benedetti, le confirmó a SEMANA la decisión: “Acataremos la orden del presidente Gustavo Petro”.
La noche anterior, en el consejo de ministros donde el jefe de Estado confirmó la descertificación de Colombia, Gustavo Petro anunció que no se comprarían más armas a Estados Unidos.
“Se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y de las Fuerzas Militares al armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos”, dijo el mandatario.
“Al Ejército de Colombia le va mejor si compra sus armas o si las hace con sus recursos porque, si no, no será un ejército de la soberanía nacional”, agregó.
El objetivo, según Petro, es que a futuro no se le compren más armas a ese país. Esa medida —según Benedetti— no significa que se rechacen las ayudas militares que provengan de EE. UU. hacia Colombia.
Hasta la mañana de este martes, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, el más afectado con la decisión del presidente, no se había referido al tema.
Como exoficial del Ejército, conoce las repercusiones que tiene la medida, que afectaría, por ejemplo, la compra, el mantenimiento y las capacitaciones frente a los helicópteros Black Hawk de las Fuerzas Militares.
La decisión de Petro no es menor: en marzo de 2024, el gobierno de Colombia también suspendió la compra de armas a Israel tras la guerra con Palestina.
Desde entonces, se dejaron de adquirir a Israel fusiles Galil, misiles antitanques para aeronaves, rifles X95, pistolas Masada y distintas referencias de las Jericho. También se suspendió el mantenimiento de los aviones Kfir y equipos de comunicaciones.
Los cálculos de Benedetti que no salieron como esperaba
Armando Benedetti era uno de los más optimistas frente a la certificación de Colombia, porque hablaba con las cifras de incautación de cocaína durante el Gobierno Petro, según él más altas que las de las administraciones pasadas.
Sin embargo, sus cálculos no salieron como él esperaba. No sirvieron las gestiones diplomáticas de Colombia adelantadas en las últimas semanas ante el Congreso de Estados Unidos.
Tampoco el anuncio sorpresivo del presidente Gustavo Petro de abrir la puerta a la reanudación de las fumigaciones aéreas con glifosato, una opción en la lucha contra las drogas que él rechazó desde que era senador.
Por eso, luego de conocerse la decisión, afirmó que “esta no es una descertificación a la lucha contra el narcotráfico de Colombia, sino contra el presidente Gustavo Petro”.
A su juicio, la descertificación “es una decisión política de Estados Unidos y tendrá que resolverse a través de canales diplomáticos. El apoyo económico se mantiene y el compromiso del Gobierno y la fuerza pública ha sido real para combatir el narcotráfico”, dijo Armando Benedetti.