La Sala Plena de la Corte Constitucional no se puso de acuerdo frente a la reforma pensional del Gobierno nacional y será un conjuez, Carlos Pablo Márquez, quien definirá el futuro del ambicioso proyecto del Ejecutivo. El presidente Gustavo Petro atacó al alto tribunal por la situación y desempolvó la idea de asamblea constituyente.
El empate (4-4) se dio este lunes, pero el resultado estuvo antecedido por un golpe para la Casa de Nariño: el magistrado Héctor Carvajal, cercano al primer mandatario, fue separado de la discusión por las tareas que desempeñó cuando fue contratista de Colpensiones.
La versión del jefe de Estado es que “parte de la Corte Constitucional se mueve para hundir la reforma pensional”. Su interpretación es que, en dado caso de que la iniciativa se caiga, “sería un gran insulto a la idea de construir un Estado social de derecho. Qué aversión tan terrible a que la gente trabajadora de Colombia tenga derecho a pensionarse”.
Gustavo Petro manifestó que desconoce que si el odio que habría hacia él llevara también a odiar a los adultos mayores del país: “No sé si han comprendido que, al hundir la ley pensional, llevarán a la quiebra también a los fondos privados de pensiones”.
En cuanto a los argumentos que ha tenido una parte de la Corte para mostrar oposición a la pensional, el mandatario afirmó: “La tesis de decir que no se cumplieron los requisitos de forma, es decir, que los anuncios en sesiones tienen que tener mayoría de asistentes, lo cual borra todo el trabajo legislativo del Congreso en años, es un absurdo. El magistrado Héctor Carvajal no participó para nada en las actuaciones de forma del Congreso”.
La interpretación de Petro es que se estaría frente a un verdadero movimiento “de tipo político” y no jurídico para hundir la reforma pensional.
Frente a este escenario, pidió que se inicie la creación del comité para reunir las firmas suficientes para convocar la asamblea constituyente: “No nos debemos dejar quitar la posibilidad que Colombia sea un país de oportunidades para progresar y de esperanza, y no una finca de seis sujetos que la manejan para enriquecerse y excluyen a todos los demás, incluidos los viejos que ya no pueden trabajar”.
“La Constitución dice Estado social de derecho y por ninguna parte aparece la palabra exclusión y fascismo”, concluyó Petro.