Ocho domingos completó este 5 octubre el Centro Democrático realizando foros y conversatorios virtuales entre sus precandidatos y los de otras colectividades de derecha y centroderecha, con el objetivo de plantear sus propuestas e identificar los puntos que tienen en común, de cara al proceso electoral del año entrante.
Esta vez el turno fue para la senadora Paloma Valencia y el exdirector del Dane y exconcejal de Bogotá, Juan Daniel Oviedo. En un tono bastante cordial y de más coincidencias que desacuerdos, ambos presentaron sus opiniones sobre aspectos clave.
El primero de ellos tuvo que ver con la transición demográfica, la cual implica un acelerado envejecimiento de la población, que vendría acompañado de un mayor número de personas viejas y con escasos recursos.
Se estima que para 2048, Colombia va a tener más personas dependientes que activas. En otras palabras, la gente que produce va a crecer más despacio que la que necesita apoyo y eso genera alertas en un país con una debilitada protección social.
“Esa fecha es clara y no va a cambiar, así algunas personas quieran empezar a darles subsidios a las mujeres para que tengan hijos. En 2050 vamos a vivir esa situación y por eso hay que darles prioridad a la seguridad, a la formalización laboral, a la infraestructura y a un Estado que entienda que en vez de hablar carreta y tener discursos ideológicos, hay que concentrarse en lo que viene en 25 años”, comentó Oviedo.
De aquí a 2050, el país pasaría por unos seis periodos electorales y el exdirector del Dane opina que Colombia debe pensar si lo que va a hacer es ‘darse pata’ cada cuatro años para ver quién se queda con el trofeo o si le apuesta a una carrera de relevos que le permita llegar a que ese momento con plata y con un país mucho más seguro.
Valencia, por su parte, señaló que, ante la transición demográfica, con menos personas que producen, lo que se necesita es pensar cómo hacer para enriquecer al país en los próximos 25 años.
“Faltan proyectos de largo plazo y ahí entra la transición energética, pues la energía se va a necesitar para todo. Colombia debería apostar realmente a sacar su petróleo, su gas, sus hidrocarburos. El presidente Petro mentirosamente ha venido diciendo que para que el país contribuya al calentamiento global no debería producir nada, pero resulta que lo que contamina no es producir petróleo ni gas, sino quemarlos y hoy seguimos quemando la misma cantidad de hidrocarburos, solo que no los producimos nosotros, sino que los tenemos que importar mucho más caros”, reiteró.
Ambos precandidatos destacaron la importancia del sector energético por su aporte al desarrollo empresarial, al empleo y a los ingresos nacionales y territoriales.
Valencia señala que, en ese campo, Colombia le debería apostar a producir amoniaco, que se estima será el combustible que usará toda la flota naviera en 2070, mientras que Oviedo agrega que el país debería recuperar su potencialidad agroindustrial, enfocado en el desarrollo de la Altillanura; así mismo, avanzar en la fabricación de papel, la industria metalmecánica, la química farmacéutica y los cosméticos, que son sectores en los que tiene ventajas competitivas.
La senadora del Centro Democrático señaló que para acelerar el sector mineroenergético se requiere modificar la consulta previa, pues esta se volvió un ‘trancón’ para el país.
Su idea no es que las comunidades no se beneficien, sino que, teniendo en cuenta sus opiniones y necesidades, el proceso pueda ser más expedito.
Al respecto, Oviedo indicó que eliminar la consulta previa es anticonstitucional e implicaría una ley estatutaria. Cree que lo que podría hacer el nuevo jefe de Estado es emitir una directiva presidencial que le ponga aspectos más ejecutivos a la consulta previa.
Frente a la crisis fiscal que atraviesa el país, Valencia considera prioritario impulsar el crecimiento económico para ampliar la base de recaudo y, al tiempo, definir con precisión cuánto recibirá cada región de Colombia, con el fin de estructurar grandes proyectos que transformen su realidad. También reduciría el número de ministerios de 19 a 10 o 12.
Oviedo dice que no haría una reforma tributaria de inmediato, sino que propone primero hacer un presupuesto por programas, para así poder medir la eficiencia del gasto público.
Posteriormente, sí pensaría en cambios al sistema impositivo. No cree que sea necesario pasarle la motosierra al tamaño del Estado. Haría recortes en el nivel nacional, pero fortalecería las capacidades del Estado a nivel regional, pues es allá donde más se necesita.