La neuralgia del trigémino es uno de los dolores más intensos que puede experimentar una persona, y puede desencadenarse con estímulos tan leves como el roce de una mejilla.

Según el especialista en cefaleas y neuralgias, Robert Belvís, este tipo de neuralgia afecta principalmente a personas mayores de 50 años, aunque también puede presentarse en adultos jóvenes.

¿Cómo se produce este tipo de neuralgia?

La neuralgia del trigémino se origina por una compresión del nervio trigémino, que transmite las sensaciones faciales al cerebro.

Esta compresión suele deberse a un vaso sanguíneo que presiona el nervio, generando una irritación que provoca los ataques de dolor.

El artículo del neurólogo Robert Belvís, publicado en 20 Minutos, destaca la gravedad de la neuralgia del trigémino, una enfermedad neurológica que provoca un dolor punzante y repentino en la cara.

El neurólogo explica que, aunque el dolor puede durar apenas unos segundos, su intensidad es tan alta que puede incapacitar a quien lo sufre. En algunos casos, los episodios se repiten varias veces al día, lo que afecta gravemente la calidad de vida.

El diagnóstico de esta enfermedad puede ser complejo, ya que los síntomas pueden confundirse con otros trastornos faciales o dentales.

La neuralgia del trigémino no suele heredarse, pero sí hay ciertos factores que aumentan el riesgo de padecerla, como ocurre en el caso de las personas que tienen más de 50 años, quienes sufren de esclerosis múltiple y quienes han sufrido traumatismos faciales.

Belvís señala que es fundamental acudir a un especialista en neurología para obtener un diagnóstico preciso y evitar tratamientos erróneos.

Además, menciona que muchas personas pasan años sin saber qué les ocurre, lo que agrava el sufrimiento y retrasa el inicio de un tratamiento adecuado.

La neuralgia del trigémino afecta con mayor frecuencia a mujeres mayores de 50 años y puede alterar profundamente la calidad de vida del paciente. | Foto: Getty Images

¿Cómo se trata la neuralgia del trigémino?

En cuanto al tratamiento, existen varias opciones. Los medicamentos anticonvulsivos, como la carbamazepina, son los más utilizados para controlar el dolor, aunque no siempre son efectivos en todos los pacientes.

En casos más severos o resistentes al tratamiento farmacológico, se puede recurrir a la cirugía para liberar el nervio comprimido. Belvís también menciona técnicas como la radiofrecuencia o la estimulación del nervio, que pueden ofrecer alivio en ciertos casos.

Técnicas como la radiocirugía (Gamma Knife) o la termocoagulación percutánea buscan dañar selectivamente el nervio para reducir la señal de dolor.

La neuralgia del trigémino es un trastorno difícil, pero tratable. Muchos pacientes logran años de alivio total o casi total, especialmente con tratamiento especializado temprano.