En los últimos días han ocurrido una serie de hechos que llevaron todas las miradas al departamento de La Guajira. Por un lado, se entregó a las autoridades la exgobernadora de ese departamento Oneida Pinto. Además, producto del escándalo de la ñeñepolítica el nombre de Marcos Figueroa salió nuevamente a la luz. A Marcos Figueroa o Marquitos, algunos lo relacionan como el socio del Ñeñe Hernández.

De Hecho, en 2019 salieron varias noticias que decían que en un operativo de la Fiscalía General y la Policía Nacional se incautaron millonarias propiedades pertenecientes a la red criminal de Marcos de Jesús Figueroa García, alias Marquitos y del que haría parte José ‘Ñeñe’ Hernández. Sin embargo, para otros sectores político el Ñeñe solo era un ganadero y comerciante. Las incautaciones ocurrieron varios meses antes de que estallara el escándalo de la ñeñepolítica, es decir, desde antes había sospecha sobre el Ñeñe y sus presuntos nexos con narcotraficantes. Actualmente, Marquitos está preso y también en los últimos días se conoció un video donde ahora se ha convertido en pastor cristiano.

Ariel Ávila, director del programa El Poder, conversó con Diana López Zuleta, autora del libro Lo que no borró el desierto y con el periodista Gonzalo Guillén, quien ha sido una de las personas que ha revelado los diferentes audios de la ñeñepolítica. Diana López afirmó que “el asesino de su papá es Juan Francisco Gómez, alias Kiko Gómez, quien era el alcalde de Barrancas cuando ocurrieron los hechos”, a su vez señaló que “fue él quien llevó los paramilitares al Departamento de La Guajira”. De igual forma, mencionó que Kiko Gómez, “se hacía pasar por político y ganadero, pero realmente era un matón que mandaba asesinar a sus adversarios”. Este argumento por parte de la periodista se sustenta en su investigación que viene realizando hace varios años, donde también ha encontrado que “en La Guajira ninguna investigación tenía éxito, todos los fiscales y los jueces estaban de su lado”. Kiko Gómez ya fue condenado por varios homicidios. Por otro lado, señaló que, “el Estado era su cómplice, es decir, el ejército y la policía estaban a su servicio”, y que las “pocas personas que intentaban investigarlo los mandaba a matar”. Este contexto para Diana ha sido muy complejo, quien alude “que la justicia está un poco fresca”, agudizando a un más esta situación, donde ha habido varios intentos para que Kiko Gómez salga de la cárcel, por un lado “alegando que estaba enfermo y el otro más reciente, donde pidió ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), haciéndose pasar por un financiador del paramilitarismo y tratando de entrar como tercero del conflicto cuando esto nunca ocurrió así, sus asesinatos fueron por conflictos personales”.

Por su parte, el periodista Gonzalo Guillén, mencionó que “Marcos Figueroa es un asesino y narcotraficantes de La Guajira”, siendo esté un delincuente impune que fue “jefe de sicarios de Kiko Gómez”. Para Guillén, “Marcos Figueroa, es el eje central de una operación criminal muy antigua del norte de Colombia”, recalcando que “la banda primaria de Figueroa son los curicheros, que han venido uniendo bandas criminales de otras partes del país”. Así mismo indicó que, “los crímenes y la organizaciones criminales de La Guajira están completamente protegidos por la Fiscalía General”, que para el periodista Gonzalo Guillén, esta institución, “hoy en día es una banda criminal tan grande como la policía nacional”. Además, Guillén manifestó las relaciones entre alias Marquitos y el Ñeñe.