Hace 25 años ideó un innovador negocio que giraba alrededor de tres ejes: las subastas, un formato comercial que casi nadie usaba; Internet, que entonces tenía una cobertura escasa, y excedentes industriales, vistos por la mayoría como basura irrecuperable. “Fue un gran reto convencer a los actores del mercado de que este modelo era rentable para todos”, recuerda.

Una de sus primeras pujas tuvo lugar en un café internet de un centro comercial de Bogotá, a donde convocó a varios empresarios del reciclaje de chatarra, que no contaban con computadores en sus oficinas. “Cada uno llevó a un familiar más joven, con conocimiento en sistemas, para que le ayudara a manejar los equipos. Se hicieron transacciones por 300 millones de pesos y todos quedaron interesados en seguir participando”.

Esta mujer de raíces antioqueñas, nacida en Bucaramanga y criada en la capital del país, dice que el gusto por los negocios lo lleva en la sangre. En el colegió vendía calcomanías, y en la universidad, ropa. Esta vocación la llevó a estudiar Comercio Internacional. “Siempre me ha movido la inquietud de ser comerciante, nunca me vi haciendo cosa distinta”.

La idea que la convirtió en pionera de su sector se le ocurrió en España –donde vivió un par de años después de la universidad–, cuando trabajaba en el área de comercio electrónico de un banco. A su regreso fundó Subastas y Comercio, una empresa que en 2024 hizo más de 15.000 remates, en los que se negociaron 7.000 vehículos y 58.000 toneladas de chatarra, maquinaria y equipos, en transacciones que alcanzaron los 200.000 millones de pesos.

Más allá del impacto económico que genera, ella resalta el “propósito altruista” que alienta su actividad empresarial. Y menciona el caso de la refinería de Cartagena, que gracias a una subasta de chatarra y equipos en desuso logró despejar un terreno gigantesco, que hoy aloja una de las granjas de energía solar más grandes de la región. “No se trata solo de la liquidez, sino de la reducción de la huella de carbono que se logró al poner a circular esos activos excedentes”.

Actualmente está enfocada en dos proyectos, la expansión de su compañía en Panamá, donde inició operaciones recientemente, y la consolidación de la Universidad del Subastador, una iniciativa de educación virtual para aumentar el conocimiento sobre esta herramienta comercial y su efectividad para generar valor. “Quiero que la gente se entere de que las subastas son para cualquiera, y que todos se pueden beneficiar de sus ventajas para comprar y vender de manera más estratégica”.

Subastas y Comercio | Sector: Comercio digital | Fundado en 2000 en Bogotá.