El cometa 3I/ATLAS sigue despertando una intensa discusión no solo por las teorías que apuntan a un posible origen artificial, sino también por la forma en que la NASA y otros investigadores han abordado las interpretaciones.

Para la agencia espacial, se trata simplemente de un cometa peculiar: el tercer objeto interestelar detectado por la humanidad. Sin embargo, científicos como el astrofísico de Harvard, Avi Loeb, mantienen reservas frente a esta explicación y continúan examinando de cerca su comportamiento para descifrar, de una vez por todas, la verdadera naturaleza de este enigmático visitante cósmico.

Loeb advierte que el 16 de marzo de 2026 podría ser decisivo, cuando 3I/ATLAS alcance su punto más cercano a Júpiter y revele si su trayectoria fue ajustada. (Foto: 3I/ATLAS, tomada el 22 de noviembre de 2025 ) | Foto: Mitsunori Tsumura

Avi Loeb sigue cuestionando el origen natural de 3I/ATLAS y sugiere que podría tratarse de una estructura artificial creada por inteligencia extraterrestre. Basado en sus cálculos de trayectoria, incluso plantea que este cuerpo podría dirigirse hacia la órbita de Júpiter con la supuesta intención de desplegar satélites, una idea que, aunque especulativa, busca abrir nuevas preguntas.

Para Loeb, aceptar que aún existen aspectos desconocidos sobre este objeto debería motivar a la comunidad científica a investigar con mayor profundidad: “Admitir que existen hechos misteriosos sobre 3I/ATLAS nos inspira la curiosidad de aprender algo nuevo”.

Por ello, el experto también desafió públicamente a la NASA a refutar sus hipótesis con argumentos sólidos, respaldados por datos y no por simples descartes. Sus artículos señalan que la probabilidad de que 3I/ATLAS se dirija justo al punto de la órbita joviana adecuado para “sembrar” estos satélites es extremadamente baja: una entre 26.000.

“La forma correcta de abordar las interpretaciones alternativas de 3I/ATLAS es justificando las anomalías, no ignorándolas”, añadió.

Avi Loeb se va contra la NAS. | Foto: Montaje de SEMANA con Getty Images

Además, Loeb sostiene que la NASA no debería pasar por alto las aparentes anomalías de 3I/ATLAS y cuestiona la manera en que, a su juicio, ciertos sectores académicos comunican la ciencia desde una posición demasiado cerrada.

El profesor argumenta que decidió abordar el hallazgo desde una perspectiva distinta, presentándolo como una oportunidad para examinar la posibilidad —por remota que sea— de que se trate de un objeto tecnológico. Asegura que, aunque esta hipótesis pudiera demostrarse incorrecta, merece ser considerada con seriedad por el enorme impacto que tendría en la comprensión del universo y en la propia sociedad.