Diversos expertos y modelos teóricos han propuesto fechas hipotéticas en las que la Tierra dejaría de existir tal como se conoce. Aunque insisten en que no deben tomarse como predicciones literales, estas proyecciones han despertado gran curiosidad mundial sobre los posibles riesgos que podría enfrentar el planeta en un futuro muy lejano.

Uno de los análisis más recientes surgió a partir de un complejo cálculo procesado por una supercomputadora de la NASA. Se trata de los resultados obtenidos por un grupo de astrofísicos de esa agencia , junto con especialistas del University College de Londres (UCL) y la Universidad de Warwick, en la que desarrollaron una de las simulaciones más extensas realizadas hasta ahora sobre el destino del Sistema Solar.

Investigadores revelaron en cuánto tiempo el Sol podría 'devorar' al planeta Tierra. | Foto: Getty Images /Elen11

Tras ejecutar más de 400.000 escenarios posibles, el equipo logró proyectar cómo podría evolucionar, a escala extremadamente larga, la interacción entre el Sol y la Tierra. Los resultados apuntaron a que, en el año 1.000.002.021, las condiciones del planeta podrían deteriorarse hasta hacerlo completamente inhabitable.

Según el informe, el equipo científico partió de un principio en el que señala que el futuro de la Tierra depende directamente de la evolución del Sol. En ese contexto, con el paso del tiempo, esta estrella podría incrementar paulatinamente su emisión de energía que podrían modificar de manera drástica las condiciones de habitabilidad del planeta.

Este aumento de radiación marcaría el camino hacia la etapa en la que el Sol entrará en su fase de gigante rojo, momento en el que su estructura interna cambiará por completo y la estabilidad del sistema solar se verá profundamente afectada.

Los resultados del análisis señalan que, una vez el Sol agote su reserva de hidrógeno, su volumen se expandirá hasta alcanzar proporciones colosales, intensificando la atracción gravitatoria sobre los planetas cercanos.

Bajo este escenario extremo, la órbita de la Tierra comenzaría a contraerse y perder estabilidad, lo que conduciría a uno de dos posibles finales: que el planeta sea totalmente arrastrado y absorbido por la estrella moribunda, o que se desintegre antes de ese punto debido a las enormes fuerzas de marea generadas por el crecimiento solar.

Ilustración sobre un infierno en la Tierra. | Foto: Christian Miller

Aunque el fin de la Tierra se proyecta para un futuro extremadamente lejano, los expertos advirtieron que la vida humana podría extinguirse mucho antes, debido al incremento progresivo de las temperaturas, la reducción del oxígeno disponible y el deterioro de los ecosistemas—agravados por el impacto de la actividad humana—, que podrían acelerar este desenlace.

Además, los investigadores subrayaron que, si bien el destino final del planeta forma parte de un proceso natural e inevitable, las acciones humanas pueden precipitar ese camino, por lo que la continuidad de las especies requiere frenar con urgencia el avance del cambio climático.