Tener un adecuado manejo las cuentas tanto en redes sociales como en servicios bancarios siempre ha sido fundamental ya que una contraseña débil o fácil de adivinar puede poner en peligro información personal e incluso los ahorros y más ahora, en una época donde no se puede dar el mínimo de chance dado a las nuevas y diferentes maneras de hackeo y estafas.
La contraseña que ESET señaló la contraseña más débil
Expertos han advirtiendo desde hace tiempo que repetir patrones simples en las contraseñas es prácticamente una invitación para que terceros accedan a cuentas privadas.
ESET, compañía especializada en detección de amenazas comparó este comportamiento con: “es como cerrar la puerta de la casa con una traba de papel”, parece una medida de protección, pero no funciona.
Sus análisis recientes confirmaron que “123456” continúa dominando como la clave más utilizada en 2025, un hábito que se mantiene sin importar la edad o la plataforma.
Informes de NordPass y Comparitech también detectaron la misma tendencia y revelaron otro dato preocupante: una cuarta parte de las 1.000 contraseñas más populares están compuestas solo por números, lo que facilita a los atacantes automatizar intentos y acceder sin mayor resistencia.
“No importa el rango etario de las personas: en cada una de las categorías 123456 está en el top de las claves más elegidas para acceder a cuentas, servicios y plataformas online. Es decir, un nativo digital que la mayor parte de su vida trascurrió en el mundo online, adopta la misma práctica riesgosa y poco prudente que una persona de 70 años, con, tal vez, menos conocimientos o que usa el celular solo para hablar por teléfono o mensajear”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Latinoamérica y el riesgo creciente
En la región, el panorama no es más alentador. A la falta de hábitos sólidos de seguridad digital se suma un aumento constante de ciberataques, lo que convierte a las contraseñas débiles en un problema todavía más serio.
Según datos recopilados por NordPass, en Colombia “123456” fue elegida más de 330.000 veces, lo que demuestra cuán extendida sigue estando esta práctica.
Es importante tener en cuenta que esto también cuenta para entornos empresariales, donde las consecuencias puede significar la exposición de información interna, filtración de datos de clientes, interrupción de operaciones y pérdidas económicas significativas.