Los delincuentes digitales continúan perfeccionando sus métodos para engañar a los usuarios y obtener acceso a su información personal. Mediante estrategias cada vez más elaboradas, logran vulnerar la privacidad de sus víctimas y apoderarse de datos sensibles que luego utilizan para ingresar a cuentas bancarias, redes sociales o servicios financieros. Estas acciones no solo buscan el robo de dinero, sino también la suplantación de identidad y, en algunos casos, la extorsión.

Esta amenaza ha evolucionado y ahora circula principalmente por medio de enlaces maliciosos enviados por WhatsApp, los cuales pueden parecer completamente inofensivos. Una vez el usuario da clic, el dispositivo queda expuesto, permitiendo a los ciberdelincuentes acceder a toda la información contenida en él sin levantar sospechas.

Entre las estrategias más utilizadas está el phishing. | Foto: Getty Images - Meta

¿Cómo funciona esta estafa?

Muchos creerían que se trata de un simple mensaje de texto, en la que el delincuente envía, de manera persuasiva, un archivo similar a un video. De acuerdo con las declaraciones hechas por el creador de contenido Sergio Andrés, conocido en redes como Sergio Explora, la técnica de estafa se estaría dando a través de la reconocida aplicación de mensajería instantánea WhatsApp.

El mensaje es enviado a través de WhatsApp desde un número desconocido, acompañado de un video que, al ser abierto o descargado en el celular, activa un software malicioso. Este archivo infecta el dispositivo sin que el usuario lo note y permite a los estafadores tomar el control del teléfono, accediendo a datos personales, contraseñas, mensajes e incluso cuentas bancarias.

Estas configuraciones del celular debe desactivar ya si quiere proteger sus datos. | Foto: Getty Images

Esta estrategia delictiva suele camuflarse en enlaces que aparentan ser legítimos, como solicitudes para actualizar información financiera, notificaciones falsas sobre créditos aprobados, supuestos premios ganados o mensajes urgentes que exigen verificar cuentas en plataformas como Facebook o Instagram. Todo está diseñado para generar confianza y provocar que el usuario actúe rápidamente, sin verificar la autenticidad del contenido.

La mejor forma de protegerse es evitar compartir datos confidenciales y rechazar cualquier solicitud inusual que una persona pueda hacer. Adicionalmente, si la persona finalmente fue víctima de este tipo de hurto, lo más seguro y que suelen recomendar las entidades es acudir directamente a una oficina bancaria para denunciar e informar lo ocurrido.