Hoy en día, disponer de un wifi veloz y constante se ha vuelto tan indispensable como tener acceso a la energía o al agua. El teletrabajo, las clases virtuales, las plataformas de streaming y hasta los dispositivos inteligentes del hogar requieren de una red confiable para funcionar sin interrupciones.
No obstante, es frecuente que los usuarios enfrenten caídas inesperadas, zonas con señal débil o tiempos de carga prolongados. Según algunos expertos en el tema, muchas de estas fallas no se deben al servicio contratado, sino a configuraciones activadas en el router que, lejos de ayudar, complican la experiencia de navegación.
De hecho, una conexión inestable puede tener su origen en funciones automáticas del equipo que, en teoría, buscan optimizar el rendimiento de la red. En la práctica, estas opciones suelen provocar interferencias y cambios constantes de señal que ralentizan la experiencia en línea.
De acuerdo con el sitio web Muycomputer.com, revisar esta configuración en el router, junto con una adecuada desactivación, podrían marcar la diferencia entre un wifi lento y una conexión mucho más rápida y fluida.
Se trata de la función conocida como Quality of Service (QoS), que se encarga de gestionar de manera inteligente el tráfico en una red de internet. Su objetivo principal es controlar parámetros clave como la velocidad de transmisión, el nivel de retraso o la cantidad de errores en los datos enviados.
En situaciones donde varios dispositivos consumen el ancho de banda de forma simultánea, esta herramienta resulta esencial, ya que evita que actividades exigentes como los videojuegos en línea, las videollamadas o el streaming de alta calidad se vean afectados por la saturación de la red.
Activar y configurar esta característica en el router permite dar mayor prioridad a ciertos servicios frente a otros menos relevantes. Por ejemplo, puede ayudar a garantizar que una reunión virtual reciba más recursos que una descarga en segundo plano.
Algunos equipos incluso integran la tecnología Wifi Multimedia (WMM), diseñada específicamente para favorecer el tráfico de voz, audio y video. De esta manera, el usuario obtiene una experiencia más estable y sin interrupciones, incluso cuando varios aparatos comparten la misma conexión.