Visitar un nuevo destino implica, en la mayoría de ocasiones, cambios de clima, agendas apretadas y trayectos largos que hacen que el cuidado de la piel pase a un segundo plano durante las vacaciones. Sin embargo, no prestar atención a su protección puede provocar serios malestares, algunos de manera inmediata y otros a largo plazo.

Esto a su vez, podría afectar la dinámica del viaje, ya que se pueden presentar quemaduras solares causando síntomas como enrojecimiento, inflamación y dolor, debido al daño que sufren las células superficiales de la piel.

Por eso, si la idea es viajar cómodamente, a continuación encontrará seis formas sencillas de proteger la piel durante las vacaciones y así poder lucirla siempre radiante. Esto es posible con una planificación inteligente que requiere productos infaltables en el equipaje.

1. Empacar productos esenciales para el cuidado de la piel

Para esto es importante conocer el clima del destino que se planea visitar. Además, es esencial tener una versión mini de sérums y limpiadores faciales, entre otros productos efectivos para la rutina de cuidado de la piel. Esta práctica permite llevar todo lo necesario sin caer en la sobrecarga de equipaje.

Recuerde consultar las normas de la aerolínea sobre el traslado de productos líquidos en el equipaje | Foto: Getty Images/iStockphoto

2. Hidratar la piel con un spray facial

Son varios los productos que funcionan para hidratar la piel, ayudando a mantener la luminosidad del rostro intacta. Estos elementos se deben adquirir en versión mini o transferirlos a un pequeño atomizador.

Rociarlos durante el día o en vuelos largos puede ayudar no solo a hidratar la piel, sino a liberar tensiones, reducir la opacidad y la piel rígida, lo que a su vez contribuye a sentirse con energía y siempre reluciente.

3. El protector solar, un aliado infalible

Este producto debe ser el fiel compañero de viaje en todo momento. Se recomienda aplicarlo suavemente sobre la piel antes de salir a dar un paseo por la playa, hacer senderismo o cualquier otra actividad al aire libre, señala la revista Mujer.

Si son planes que implican una exposición prolongada al sol, es fundamental reaplicar el protector solar cada 3 o 4 horas.

4. Evitar probar nuevos productos

Durante un viaje no se aconseja experimentar cómo reacciona la piel ante productos nuevos, mucho menos para quienes tienen una piel sensible. Usar cosméticos de belleza distintos en un clima desconocido podría aumentar las probabilidades de padecer alérgicas o irritaciones.

En cambio, mantener una rutina simple y familiar podría ser una gran opción para evitar sorpresas desagradables.

5. Mantenerse hidratado

Según explica un artículo publicado en Times of India, la deshidratación es una de las principales causas de la piel seca, escamosa y sin brillo durante los viajes. Por esta razón, un consejo que no se debería pasar por alto es llevar a todas partes una pequeña botella de agua, especialmente cuando se trata de excursiones.

Para la práctica de senderismo siempre se aconseja llevar una botella de agua. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Beber mucha agua ayuda a hidratar la piel, mantener su luminosidad natural y eliminar toxinas, aliviando también cualquier signo de fatiga.

6. Limpiar la piel por lo menos dos veces al día

Al estar expuesto al sol o la lluvia, la piel puede absorber polvo, contaminación y sudor, lo que hace que pierda su brillo. Teniendo en cuenta esto, se aconseja limpiarla por lo menos dos veces al día: antes y al regresar al hotel, por ejemplo.

En la mañana es importante lavarla con agua para refrescarse y eliminar la grada nocturna, y otra vez la noche para acabar con las impurezas.