Cundinamarca es uno de los destinos más completos del país. Combina historia, naturaleza, gastronomía y pueblos llenos de encanto.

Uno de ellos es Sasaima, ubicado en la provincia de Gualivá, a 80 kilómetros de Bogotá, lo que representa alrededor de 2 horas y 30 minutos de viaje en automóvil.

Esta población es conocida por por su clima cálido y sus paisajes montañosos, siendo un lugar ideal para la agricultura y el ecoturismo, según señala la Gobernación de Cundinamarca

“Situado en la cordillera Oriental, Sasaima tiene una altitud de aproximadamente 1.600 metros sobre el nivel del mar. El municipio está rodeado de montañas y cuenta con varios cuerpos de agua, como ríos y quebradas, que enriquecen su paisaje natural”, agregó la entidad sobre el municipio que es apodado como la ‘primavera cundinamarquesa’.

Historia

De acuerdo con la Gobernación, los primeros pobladores del territorio eran los indígenas sasaimas de la nación Panche. El pueblo fue fundado por el oídor Alonso Vásquez de Cisneros el 3 de junio de 1605 y se erigió parroquia en 1770 y La actual iglesia fue iniciada en 1888 por el sacerdote Aristides Mora y terminada en 1943.

Sasaima, Cundinamarca | Foto: Facebook - Alcaldía de Sasaima

En materia económica, la principal actividad es la agricultura, destacándose los cultivos de café, frutales y caña de azúcar. La ganadería y la producción de lácteos también son actividades económicas importantes.

Sitios de interés

Entre los principales sitios de interés se encuentra el monolito panche. Es considero uno de los petroglifosmás grandes del país. “Contiene más de 400 figuras y gran variedad de motivos, distribuidos en aproximadamente 94 mts cuadrados, su parte más baja suele estar cubierta por las aguas de la Quebrada Talauta, se localiza en la vereda el Mojón, en la finca Taray a orillas de la carretera principal, a un poco más de 1 Km. de la cabecera municipa”, señala la alcaldía del municipio.

Otro sitio es la laguna de los Lugo la cual está localizada cerca del área urbana. Es un espejo de agua de una hectárea y a su alrededor hay una ceiba grande y árboles frutales. Es considerada apta para el canotaje y la pesca, subraya la Alcaldía.

El alto de la Cruz es otro lugar imperdible en el que se divisa el casco urbano. En su cima se encuentra erigida una cruz. Es destacado como “un lugar de romería y de contemplación, desde allí se visualiza la panorámica urbana y se observa gran parte de las veredas del municipio y sus multicolores tonalidades verdes que ofrece la naturaleza”.