A tan solo 41.8 kilómetros de Medellín, lo que representa un viaje en carro de aproximadamente 1 hora o un poco más, se encuentra un bello municipio que cautiva con su riqueza hídrica: Barbosa, también conocido como “la tierra de la piña” o “distrito dulce con sabor a piña”.
Los numerosos charcos, cascadas y quebradas de esta encantadora población antioqueña atraen cada fin de semana a locales y visitantes que llegan para disfrutar del tradicional “paseo de olla”, una costumbre profundamente arraigada en la cultura colombiana que se realiza especialmente en épocas especiales como fin de año.
Esta tradición, que se ha consolidado con el tiempo, reúne a familias y grupos de amigos a la orilla de un río o en entornos campestres para preparar y compartir un caldo o sancocho hecho en comunidad, mientras disfrutan del paisaje natural y de esas aguas que recuerdan la riqueza hídrica no solo de un destino en específico, sino del país.
Los rincones de Barbosa que deslumbran con su belleza natural
El municipio cuenta con un notable potencial turístico gracias a la belleza y abundancia de sus aguas, protagonistas indiscutibles de su geografía. Estos escenarios naturales se han convertido en un imán para viajeros que, procedentes de Medellín y de otros municipios del departamento, llegan durante los fines de semana, días festivos y temporadas vacacionales para disfrutar del tradicional “paseo de olla” y de los refrescantes baños de quebrada.
Según la Alcaldía Municipal, entre los principales atractivos hídricos que cautivan a visitantes y amantes de la naturaleza en Barbosa se destacan charcos y quebradas como Santa Rosa, Dos Quebradas, La Cascada, La Playita, Los Búcaros y Aguas Claras, verdaderos rincones llenos de encanto que invitan al descanso, la aventura y la conexión con el entorno.
Charco Dos Quebradas o El Brujo Charcos
Este atractivo turístico se encuentra en la vereda Dos Quebradas, a tan solo un kilómetro del parque principal, en la vía que conecta con Porce. Hasta allí llegan numerosos visitantes para disfrutar de sus dos amplios charcos, su popular trampolín y una zona verde ideal para descansar. El lugar también ofrece espacios para acampar, jugar voleiplaya y dejarse llevar por la corriente mientras se flota en neumáticos.
Charcos La Playita
Están situados en la vereda La Playa, a 3 kilómetros de distancia de la cabecera urbana. Este lugar se caracteriza por estar rodeado de frondosos árboles que brindan sombra y frescura a sus visitantes. Además, cuenta con un pequeño balneario de aguas limpias, perfecto para relajarse y disfrutar de un baño tranquilo.
La Cascada
Localizada en la vereda El Hoyo, este lugar cautiva con sus aguas cristalinas que caen de unos 4 metros de altura. Es un sitio ideal para pasar un día en familia o amigos disfrutando de su belleza natural y un extraordinario paisaje.