Los robotaxis de la startup Waymo ahora podrán realizar trayectos en autopistas en las regiones estadounidenses de San Francisco, Phoenix y Los Ángeles, un hito para los recorridos realizados por vehículos completamente autónomos.

Un robotaxi totalmente eléctrico de Waymo se detiene en un semáforo en rojo en el Distrito Financiero de San Francisco. | Foto: Getty Images

La filial de Alphabet, empresa matriz de Google, aceleró sus pruebas en autopista desde 2023 con el transporte de algunos de sus empleados, antes de lanzar su oferta anunciada el miércoles en un comunicado.

El grupo planea ofrecer más adelante estos viajes de vehículos autónomos en Austin y Atlanta, donde Waymo ya presta servicios urbanos.

La compañía ofrece recorridos en California, en una zona que abarca desde San Francisco hasta San José, lo que equivale a unos 100 km.

Los robotaxis competidores de Tesla, Zoox (Amazon) y May Mobility se limitan, por ahora, a la conducción urbana y no circulan por autopistas.

Varios modelos de automóviles particulares están equipados con asistentes de conducción, pero los más avanzados están en el nivel 3 (de 5), que requiere la presencia de una persona al volante, lista para tomar el control.

Uber y Lyft siguen avanzan en conducción autónoma: ¿qué pasará con los taxistas?

Grandes plataformas de movilidad como Uber y Lyft esbozaron planes para la introducción de autos sin chofer durante la Web Summit celebrada en Lisboa, pero la infraestructura, el desarrollo de la regulación y la preferencia de los pasajeros por el contacto humano frenan este proceso.

La fabricación de vehículos autónomos más seguros que los autos conducidos por humanos “está casi resuelta en gran medida. Lo que queda pendiente es la cuestión de la comercialización”, declaró el jefe de operaciones de Uber, Andrew Macdonald.

Por su parte, el presidente ejecutivo de Lyft, David Risher, declaró este miércoles a AFP que si en cinco años la conducción autónoma “alcanza incluso el 10 % del negocio, sería un éxito enorme”.

Con las cifras actuales, esto representaría cerca de 500 millones de dólares de los cerca de 5.000 millones brutos de las carreras que reportó Lyft en el cuarto trimestre.

Uber y Lyft siguen en la dinámica para impulsar la conducción autónoma. | Foto: Klaudia Radecka/NurPhoto

Una suma que solo es una pequeña parte de los cerca de 50.000 millones de dólares que Uber facturó en el mismo periodo por sus diversas operaciones, que incluyen la entrega de comida.

Lyft - que tiene una cuota de mercado de cerca del 30 % en Estados Unidos y compró recientemente la aplicación de taxi FreeNow en Europa - realizará pruebas piloto en algunas ciudades.

La empresa tiene previsto un proyecto en Nashville, Estados Unidos, con la startup californiana Waymo, que ya hace viajes sin conductor en San Francisco.

Además, está colaborando con el gigante chino Baidu para lanzar pruebas en Alemania y Reino Unido.

El factor humano

Tanto Uber como Lyft apuestan a que los conductores seguirán operando la mayoría de las carreras en el corto plazo.

El vehículo se bloqueó de forma instantánea cuando el sujeto intentó tomar el control. | Foto: Getty

“Va a ser una transición delicada de una fuerza de trabajo totalmente humana a la IA en el mundo” de los vehículos autónomos, afirmó el directivo de Uber, Andrew Macdonald.

“Nuestra red, yo creo que ayudará a introducir estos vehículos y a hacer que la transición funcione”, agregó.

Para Risher, por el momento “no hay suficientes vehículos autónomos en el mundo para satisfacer toda la demanda”.

Además, el ejecutivo de Lyft señaló que hay muchos casos en los que “la gente va a querer ayuda con su equipaje o una conversación amable al final del día”.

Superar las divisiones entre EE. UU. y China

En el sector de la conducción autónoma, Uber también se ha asociado con Waymo en ciudades como Austin y Atlanta, en Estados Unidos, y con la china WeRide en Abu Dhabi.

Lyft aúna sinergias con las estadounidenses Tensor y May Mobility y con la firma israelí Mobileye.

En un momento en que las empresas de Estados Unidos y de China compiten rudamente en campos como el de la Inteligencia Artificial (IA) y los semiconductores, en el sector de la conducción autónoma hay cooperación.

Pero, de momento, debido a las tensiones geopolíticas, es improbable que fabricantes chinos intenten lanzarse a conquistar el mercado automotor en Estados Unidos con sus vehículos autónomos, señaló Risher, de Lyft.

El ejecutivo afirmó que en mercados como el Europeo, donde las empresas chinas carecen de contactos y de conocimiento del entorno, estas compañías “consideran que necesitan asociarse con empresas como la nuestra para comercializar su tecnología”.

La conferencia arrancó esta semana con una advertencia del organizador, Paddy Cosgrave, que dijo que “la era del dominio tecnológico occidental está apagándose”.

Pero en el sector de los vehículos autónomos, los niveles de avances de la tecnología son equiparables, por lo que Risher no cree que China “tenga una ventaja particular”.