El jengibre es una planta que goza de propiedades medicinales y también se utiliza como un condimento que se consume en fresco, seco y en polvo, así como en jugo o aceite.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, el jengibre ayuda a activar los jugos digestivos, por lo que mejora la absorción y asimilación de nutrientes esenciales en el cuerpo.

Así mismo, el jengibre reduce las náuseas, evita los calambres, mejora el flujo sanguíneo, disminuye las migrañas, combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés.

Entre las preparaciones más conocidas de este ingrediente se encuentra el aceite de jengibre casero, el cual, según el portal especializado en alimentación, GastroLab, contiene las siguientes propiedades:

  • Efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
  • Trata el dolor en enfermedades musculoesqueléticas o articulares.

Para realizarlo se necesita: 150 mililitros de aceite de oliva o de aguacate, 100 gramos de raíz de jengibre fresca.

Preparación:

1. Lavar el jengibre y cortarlo en rodajas.

2. Colocarlo en cazuela con aceite de oliva, taparlo y dejarlo en fuego bajo durante una hora y media.

3. Pasado el tiempo, retirar del fuego y dejar reposar durante toda la noche.

4. Colar y pasar a un recipiente tipo jarra.

5. Guardar el aceite ya sea para cocinar o para hacer masajes.

Cabe resaltar que entre algunas de las propiedades que contiene el jengibre, listadas por la Secretaria de Agroindustria de Argentina, están:

1. Efecto antitusivo y descongestivo: actuaría sobre el sistema respiratorio disminuyendo en tiempo y forma la congestión y la tos, ya que el jengibre posee enzimas proteolíticas que le confieren una acción antiinflamatoria.

2. Analgésico y antipirético: contiene compuestos llamados gingeroles que actúan inhibiendo la síntesis y liberación de prostaglandinas, lo que podría reducir el dolor en personas con síntomas o que padecen enfermedades inflamatorias.

3. Efecto antioxidante: los gingeroles que contiene anularían la actividad de radicales libres, causantes de daño y envejecimiento celular precoz, que contribuyen al desarrollo enfermedades como cáncer, diabetes, infartos, manchas en la piel, entre otras patologías, volviéndolos más simples e inocuos.

4. Tendría acción antiespasmódica: los mismos gingeroles tienen un marcado efecto sobre la movilidad gastrointestinal por lo cual disminuiría síntomas estomacales y menstruales.

A pesar de los múltiples beneficios de esta planta, existen algunos casos en los que es mejor evitarla, pues puede provocar contraindicaciones en el organismo. El medio especializado Mejor con Salud listó varias situaciones en las que es mejor evitarla:

  • Durante el embarazo: algunos estudios indican que el jengibre podría provocar alteraciones hormonales y ocasionar contracciones prematuras. Sin embargo, otros estudios han afirmado que la planta podría aliviar las náuseas matinales. Lo mejor, es solicitar la opinión de un especialista.
  • Hemofilia: quienes padecen esta enfermedad suelen sangrar por periodos prolongados, pues su coagulación no es muy rápida. Debido a que el jengibre estimula circulación sanguínea, no es posible que estas personas lo consuman.
  • Diabetes: para quienes se estén bajo tratamiento de insulina deben evitar el jengibre. Si se desea consumir la planta hay que bajar la medicación, pero, solo bajo aprobación médica.
  • Al tomar anticoagulantes: estos son recetados para evitar que se formen los trombos en la sangre, misma función que puede cumplir el jengibre en el organismo, por lo que su consumo, puede provocar hemorragias.
  • Problemas de hipertensión: “el jengibre por sí solo tiene la capacidad de disminuir la presión arterial”, explica Mejor con Salud, por lo que si al mismo tiempo se están tomando medicamentos para la hipertensión, los niveles de esta pueden bajar demasiado.