El asma es una enfermedad crónica que provoca que las vías respiratorias de los pulmones se hinchen y se estrechen. Esto hace que se presente dificultad para respirar, falta de aliento, opresión en el pecho y tos.

Si bien no se conocen todas las cosas que pueden ocasionar este padecimiento, lo que sí está claro es que se ha vinculado con factores genéticos, ambientales y ocupacionales. De acuerdo con la mencionada entidad, si un familiar directo tiene asma, la persona tiene más probabilidades de presentarla.

De igual forma, estar expuesto a elementos en el ambiente como el moho o la humedad, algunos alérgenos como los ácaros del polvo y el humo de tabaco de segunda mano, también tiene que ver con la aparición del asma. De igual forma, la contaminación del aire y la infección viral de los pulmones pueden causar esta enfermedad.

La práctica de ejercicio es una de las mejores formas de hacerle frente. Si bien muchas personas lo evitan por temor a que se desencadene una crisis, lo cierto es que según el medio especializado Medical News Today, practicar actividad física puede ayudar a mejorar los síntomas de esta afección a largo plazo, pero hay que tomar precauciones porque algunas formas de ejercicio tienen el potencial de causar ataques de asma, lo que produce sibilancias u opresión en el pecho.

El asma puede presentarse a cualquier edad y lo importante es mantenerla controlada. | Foto: Copyright

Cuando una persona padece de asma y quiere practicar ejercicio lo mejor es evitar aquellos que sean de mucha intensidad y requieran mucho oxígeno.

Por ejemplo, nadar es mejor que correr. La natación es uno de los mejores deportes para los asmáticos, porque no provoca excesiva presión pectoral y se practica en ambiente húmedo. En cambio, correr en exceso o montar en bicicleta son ejercicios poco indicados para los asmáticos, indica el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona.

Medical News Today asegura que los ejercicios y actividades que ofrecen a una persona períodos cortos de actividad con descanso en el medio pueden funcionar bien. El ejercicio de esta manera permite a una persona estar activa y mejorar su resistencia y fuerza sin poner demasiado esfuerzo en los pulmones.

Las personas que empiezan a hacer ejercicio deben evitar las actividades de alta intensidad, al menos hasta que formen resistencia. Además de correr, trotar o jugar al fútbol puede ser demasiado para una persona con asma si no está acostumbrada a realizar actividad física.

También se debe evitar hacer ejercicio en climas fríos y secos. Actividades como hockey sobre hielo, esquí y otros deportes de invierno, tienen más posibilidad de causar ataques de la enfermedad, por ello lo mejor es evitarlos.

Los niños son la población con más problemas de asma. | Foto: Getty Images

Recomendaciones

Sin embargo, más que eliminar los ejercicios, lo que se deben tener en cuenta son algunas recomendaciones que, de acuerdo con los expertos, evitan complicaciones y son las siguientes:

- Adaptar el tipo de deporte en función de la temporada. Si la persona es alérgica al polen, no es recomendable que practique deporte al aire libre o en momentos del día de máxima polinización, precisa información del grupo hospitalario Quirón Salud, de España.

- La natación puede ser un deporte especialmente beneficioso. Habitualmente se realiza en condiciones cálidas y húmedas, y es menos probable que se asocie al asma de esfuerzo.

- Es muy importante realizar un buen calentamiento antes de iniciar el ejercicio, empezando de manera suave y progresiva hasta alcanzar la intensidad perseguida.

- Siempre se debe tener disponible la medicación de rescate, y utilizarse antes del ejercicio si la persona tiene asma de esfuerzo.

- Si son deportes aeróbicos en exterior en ambientes fríos, es aconsejable cubrir la boca con una bufanda para evitar que el aire frío entre directamente en la vía aérea.