PLAN DE DESARROLLO
Estas son las 5 claves para entender la reforma a la salud
El Plan de Desarrollo no solo busca sanear las deudas del sistema de salud con el Acuerdo de Punto Final. También cambiar la forma cómo se financia y funciona. Estas son las medidas.
Una de las estrategias para buscar la aprobación de una reforma estructural que genera enfrentamientos y plantea cambios consiste en centrar la atención en un aspecto polémico o de alta necesidad. Esto permite que el resto del articulado pase por el Congreso de la República en bloque, o ‘ferrocarrileado’.
De ese modo, en 1993, el entonces ministro de Salud Juan Luis Londoño logró aprobar la reforma al sistema, pues aparecía en el mismo proyecto que creaba el nuevo régimen pensional en el que aparecieron los fondos privados. Mientras los congresistas se centraron en dichos fondos, aprobaron con relativa rapidez el tema de la salud, denso y lleno de tecnicismos (en ese tiempo era confuso hablar de EPS, IPS o UPC), salvo algunos asuntos polémicos como el papel del antiguo Instituto de los Seguros Sociales (ISS).
Para el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, los cambios plantean un verdadero revolcón al sistema.
Guardando las proporciones, algo similar ocurrió con el capítulo de salud del nuevo Plan de Desarrollo del gobierno Duque. Mientras los reflectores estaban en el anhelado Acuerdo de Punto Final, los demás artículos –que plantean cambios profundos al sistema– pasaron desapercibidos. Sus efectos empezarán a sentirse con fuerza pronto, tal y como lo advirtió el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, quien cree que viene un verdadero revolcón al sistema.
Este es el nuevo recetario de lo que aprobó el Congreso y cambiará el sistema y la salud de todos los colombianos.
1. Pago de las deudas
Para sanear las finanzas de la salud, el Plan estableció dos acciones fundamentales. Un Acuerdo de Punto Final en el que el Estado reconoce las deudas que tiene con las EPS –e indirectamente con los prestadores–, por la entrega de medicamentos, insumos, procedimientos o atenciones por fuera del Plan de Beneficios, o Plan Obligatorio de Salud (POS). Y segundo, la creación de un nuevo esquema para frenar estos recobros, lo que implica, de por sí, una primera reforma al sistema.
Desde hace varios años, las EPS han tenido que pagar con recursos propios el endeudamiento, y han jugado con todo tipo de figuras contables los servicios ‘no POS’ que demandan los usuarios, especialmente por medio de tutelas. Con el Plan, el Gobierno reconoció claramente que esas deudas, que pueden superar $6 billones, son del Estado, y que para pagarlas emitirá títulos de deuda pública hasta por $7,2 billones para el cuatrienio. Como la mayoría de estas acreencias las tienen las EPS con las IPS, el Gobierno les girará directamente a los hospitales para evitar que esos nuevos recursos se queden en el camino, en especial en el bolsillo de algunas aseguradoras de dudosa calificación. El Gobierno está adelantando una nueva auditoría exprés para revisar los cobros y facturas. Pero espera girar solo este año $4 billones, lo que será una enorme bocanada de aire para todos.
2. Control del gasto
Para empezar a ponerles fin a los recobros, hay varios cambios fundamentales. A partir del 1 de enero de 2020, la Administradora de los Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud (Adres) reconocerá y pagará directamente todos los servicios y tecnologías ‘no POS’. Por el lado del Régimen Contributivo, el Gobierno reconocerá a las EPS una prima adicional que fijará de acuerdo con lo que han tenido que pagar por el ‘no POS’. Esto significa que prácticamente tendrán una suerte de presupuesto anual y un pago anticipado, pero en adelante deberán responder por prestar prácticamente todos los servicios. En cierta medida, la estrategia amplía y delimita los beneficios que recibirán los colombianos. A esto le sumarán una especie de ‘tarifario’ y más control a los precios de medicamentos y procedimientos.
3. Giro en el subsidiado
Por el lado del Régimen Subsidiado vienen cambios estructurales. La redistribución de los recursos del Sistema General de Participaciones en salud quedará así: 87% para el aseguramiento, 10% para salud pública y 3% para subsidios a la oferta. Además, se fijarán de nuevo los recursos de los departamentos, municipios y zonas rurales dispersas, ya que el total se dividirá por el número de afiliados, con el fin de definir un per cápita nacional. Esta cifra se multiplicará por las personas pobres afiliadas al sistema en cada territorio. Finalmente, los departamentos y municipios con población dispersa y pobre recibirán más recursos.
El Gobierno también va a centralizar, a partir del próximo año, y por medio de la Adres, el pago de los servicios ‘No POS’ hoy a cargo de los departamentos. Estas medidas buscan, según Diana Cárdenas, viceministra de Protección Social, “darle mayor orden y previsión al gasto en salud, así como reducir el monto y tiempo de las transacciones”.
4. Todos con carné
En el plan quedó establecido que todos los colombianos deberán estar afiliados al sistema por medio de una EPS. Para esto, el Estado subsidiará a las personas que no alcanzan a estar en el Sisbén pero que tampoco tienen lo suficiente como para afiliarse. La decisión establece que quienes soliciten servicios sin carné deberán ser ubicados en la aseguradora que les corresponda. Esto hará que entre 1 millón y 1,5 millones de colombianos tengan un aseguramiento real, a la vez que le dará más claridad al sistema.
5. Los no tan pobres, a aportar
Otro de los cambios profundos del Plan de Desarrollo está en abrir la posibilidad para que las personas que hacen parte del régimen subsidiado, pero que no son pobres o vulnerables, puedan hacer un aporte al sistema, fijado entre 1% y 15% del valor de la UPC. Además, se plantea una depuración, para que quienes estén en este régimen y tengan capacidad de pago sean trasladados al Régimen Contributivo.
6. Flexibilizar el aseguramiento
Como ha venido probando en los últimos años, el Gobierno permitirá que en algunos departamentos como Amazonas, Guainía o Vaupés, así como en zonas con población dispersa, pueda haber un modelo de atención diferente. Ya sea con una entidad asignada a esa población, o al financiar hospitales y puestos de salud donde la demanda no alcanza para costear su operación.
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