El presidente Santos se despachó en memorial de agravios

En la ceremonia en la que se sancionó la Ley del Estatuto de Oposición, el presidente Santos se despachó. Faltando tres semanas para el final de su mandato, hizo un recuento de lo que él considera los excesos que ha tenido la oposición en estos ocho años. En ese ‘memorial de agravios’ muchos eran conocidos, pero otros no tanto: “Personalmente de qué no me han acusado: de comunista, castrochavista, de ser miembro de las Farc, me tenían un alias, Santiago, de haber financiado mi campaña con el dinero del narcotráfico, de traidor, de haberme robado las elecciones, de recibir sobornos de Odebrecht, de tramposo, de haber entregado el país a la guerrilla. Ahora están con el mismo cuento con el ELN, de apátrida, de haber comprado el Premio Nobel, de haber vendido las Fuerzas Militares, de ahuyentar la inversión. Hasta me atribuyeron el fenómeno de El Niño. En fin, de todo lo humano y lo divino”.

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