HIJO DE LEOPARDO...

30 de septiembre de 1985

En el mismo homenaje, el canciller Augusto Ramírez Ocampo se "fajó" lo que todos los presentes consideraron como el mejor discurso de su carrera. Con elocuencia y gesticulación que evocaban a su padre, "El leopardo" Augusto Ramírez Moreno, la intervención del canciller, que fue básicamente un elogio al diario El Colombiano y al pueblo antioqueño, produjo un enorme impacto en todos los presentes. Causó sorpresa que este estilo de oratoria que se consideraba algo pasada de moda, lograra conmover de tal forma a un auditorio en estos días en que casi todos los discursos son recibidos con escepticismo. Se filtró posteriormente que Ramírez Ocampo lo había trabajado durante ocho días de tiempo completo, ya que lo consideraba el lanzamiento de una posible candidatura para 1990. En todo caso quedó ranquiado de la noche a la mañana como uno de los oradores de primera línea del país.