Libertad anunciada

La salida de la cárcel de Gilberto Rodríguez Orejuela no debió haber sido una sorpresa tan grande.

10 de noviembre de 2002

La salida de la cárcel de Gilberto Rodríguez Orejuela no debió haber sido una sorpresa tan grande. Todo Cali lo sabía por las obras de fortificación de su residencia, en espera de su inminente liberación, a tal punto que hace tres meses SEMANA publicó el siguiente confidencial: "Gilberto Rodríguez cumple su condena antes de que finalice este año. Está tan listo para quedar en libertad que acaba de blindar con placa de acero la totalidad del techo de su enorme mansión en Cali. Piensa, para neutralizar detractores, encerrarse ahí y no dar papaya".