Los laberintos y montañas por donde corren las aguas cristalinas del río Li en la ciudad de Guilin, la eclética Shanghai y la Ciudad Prohibida, en Beijing, son algunos de los lugares que recomienda visitar el periodista inglés de Lonely Planet China. | Foto: iStock

TURISMO

De turismo por la vasta, antigua e irresistible China

Damian Harper, coautor y periodista de viajes de ‘Lonely Planet’, realizó el siguiente itinerario pensando en los lectores de SEMANA. ¿Quiere saber qué visitar en este país? Léalo aquí.

Damian Harper*
23 de octubre de 2018

El viaje comienza en la famosa Beijing (o Pekín), una ciudad cuyo nombre significa ‘capital del norte’. Este es el hogar de la majestuosa Ciudad Prohibida y de la Gran Muralla, que serpentea irregularmente sobre las colinas que rodean la capital china. Para empezar a recorrer esta maravilla del mundo, usted puede elegir entre los senderos Badaling o Mutianyu, que conforman los tramos restaurados. Pero si prefiere los retos, camine por la zona antigua de Jiankou, Gubeikou y Zhuangdaokou.

Una vez concluido el paseo por la muralla, piérdase entre los hutongs de Beijing, unos encantadores callejones ubicados en el casco histórico. Y no olvide reservar tiempo suficiente para saborear un exquisito pato pekinés.

La siguiente parada recomendada es la ciudad de Datong, que se encuentra en la provincia de Shanxi, al norte de China. Para llegar allí, tendrá que viajar aproximadamente seis horas en tren. Un lugar de visita obligada son las Cuevas de Yungang, que albergan las esculturas budistas más bonitas del país, las cuales datan de finales del siglo V.

Vaya después a Pingyao, también en la misma provincia. Quedará fascinado con la arquitectura tradicional de sus templos y casonas con patios. Si puede, quédese en uno de sus hoteles, pues en las noches los adornan con linternas rojas que se balancean en los pintorescos callejones.

De Pingyao pase a Xi’an, la capital de Shaanxi. Aquí debe visitar a los Guerreros de Terracota, un conjunto de 8.000 figuras de combatientes y caballos que fueron enterrados cerca del primer emperador chino de la dinastía Qin. No desestime el encanto de la ciudad contemporánea, en la que puede caminar por encima de las murallas.

Después tome un tren para ir a Luoyang, en la provincia de Henan, donde puede visitar las estatuas budistas de las Cuevas de Longmen. También conozca el Templo de Shaolin, el lugar donde nacieron las artes marciales budistas.

Luego pase a Nanjing, cuyo nombre significa ‘capital del sur’. Esta denominación la recibió por haber sido históricamente una de las principales ciudades de China. Una gran barrera de imponentes murallas rodea esta metrópoli, que se caracteriza por su cultura, su museo y sus sitios históricos en las colinas del este.

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Aterrice en Shanghái, la población más sofisticada y vibrante del país, ubicada en la costa este. Necesitará varios días para comprender la energía de esta ciudad, que define a la China moderna. Entre los lugares que no puede perderse están el Bund, la Concesión Francesa, los rascacielos de Lujiazui, en Pudong; y una exquisita selección de bares y restaurantes.

En el otro extremo de la República Popular China se halla Chongqing, conocida como uno de los ‘tres hornos’, debido al calor intenso que hace en verano. Ahí llama la atención que los lugareños incluyan el picante en su dieta, a pesar de las altas temperaturas. Es clave que navegue por la sublime presa de las Tres Gargantas hasta Yichang. Desde ahí, diríjase en tren hacia el sur, con destino a Zhangjiajie, en la provincia de Hunan. Presencie su sorprendente profusión de pináculos de piedra caliza en el área pintoresca de Wulingyuan. Intente pasar unos días aquí explorando su paisaje sobrenatural.

El recorrido por el sur del país lo llevará a Longsheng, donde podrá caminar alrededor de la hermosa Longji Titian o los bancales de arroz del Espinazo del Dragón. Son superficies escalonadas donde se cultiva este cereal. En el paisaje predomina el verde hipnotizante de los campos que brillan gracias al agua que los hidrata.

Desde Longsheng, viaje a Guilin y pase la noche allí. Al siguiente día diríjase al río Li para pasear en barco hasta la ciudad de Yangshuo. Trate de quedarse unos días montando bicicleta en el paisaje de verdes picos de karst. Finalice la travesía en Macao, ubicada en la costa sur de Guangdong (o Cantón). Hoy esta ciudad es reconocida por sus casinos, sin embargo, antiguamente fue un territorio colonizado por portugueses, por esta razón su principal atractivo es su arquitectura, la mezcla cultural de su cocina y el encantador ritmo isleño. No deje de visitar las Ruinas de la Iglesia de San Pablo, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. De hecho, esta ciudad es perfecta para terminar el viaje.

*Coautor y periodista de viajes de ‘Lonely Planet’ China.