José Posada, psiquiatra. | Foto: Semana

Especial de salud

Descargar el estrés para huirle a la depresión

La OMS estima que para 2020 la depresión será la primera causa de discapacidad en el mundo. El psiquiatra José A. Posada Villa explica en qué consiste y cómo tratarla.

23 de junio de 2017

SEMANA: ¿Qué es la depresión?

José A. Posada: Buena pregunta: no tengo ni idea. Porque es un trastorno y no una enfermedad. Para llamar a algo enfermedad necesitamos conocer su origen, su etiología, y por eso hablamos más de problemas o trastornos mentales que de enfermedades. Por ejemplo, sabemos cuál es la causa del chikunguña, pero con la depresión tenemos tres o cuatro teorías. Científica y técnicamente lo que sabemos de ella es que es un grupo de signos y de síntomas sobre los que el médico correlaciona y hace un diagnóstico. Está en depresión una persona que mínimo por 15 días seguidos tiene tristeza profunda, llanto frecuente, cambios en el apetito, cambios en el sueño, pérdida del deseo sexual, ideas de muerte, desesperanza, sensación de pérdida de fuerza física e ideación, planes o intento de suicidio…

SEMANA: ¿Tiene relación con la química del cerebro?


J.A.P.: El cerebro tiene desequilibrios o fallas en sustancias químicas que llamamos neurotransmisores y, dependiendo del área del cerebro donde aumenten, disminuyan o funcionen mal, se puede presentar sintomatología. En la depresión hay varios neurotransmisores involucrados: el que más lo está es la serotonina, que se encuentra en grandes cantidades en el cerebro y en el intestino. Esto último es un descubrimiento reciente, y esa serotonina hace comunicación bioquímica y eléctrica entre una neurona y otra.

SEMANA: ¿Qué está pasando con la depresión en esta época?


J.A.P.: Hay una carga genética importante que se ha ido acumulando en el transcurso del tiempo, histórica y evolutivamente hablando, pero también el componente ambiental y el estilo de vida han tenido un peso relevante.

En contexto: Cómo es vivir con alguien que sufre depresión


SEMANA: O sea que la forma como estamos viviendo genera depresión…


J.A.P.: Claro y ahí debo hablar del estrés. No debemos satanizarlo. Hay dos tipos: el bueno, el que me permite afrontar los peligros, los riesgos, los desafíos, salir adelante, competir en el deporte, conseguir un puesto. Pero cuando ese estrés se vuelve crónico, la persona se empieza a enfermar mental o físicamente.

SEMANA: Un ejemplo para entenderlo mejor.


J.A.P.: Cuando a alguien se le aparece un tigre, siente estrés y este le permite al cuerpo reaccionar para ponerse a salvo. El hombre primitivo solucionaba este problema de dos formas: o mataba al tigre o salía corriendo. Pero el ser humano de hoy, que tiene el mismo cerebro y el mismo cuerpo de este hombre primitivo, no tiene cómo solucionarlo en su vida actual. Ante el estrés laboral, por ejemplo, un individuo no puede ni pegarle al jefe ni salir corriendo, entonces se traga ese estrés y cuando este se acumula y se hace crónico, puede actuar como un gatillo de predisposiciones genéticas. Y aún más si a esto se le agrega un medioambiente donde hay guerra, conflicto armado, pobreza, inseguridad y tantos duelos no resueltos.

SEMANA: ¿Siempre se debe tratar la depresión con antidepresivos?


J.A.P.: Son solo una parte del tratamiento. Existen la depresión leve, la moderada y la severa. Se sabe que en la leve y en la mayoría de las depresiones moderadas el paciente sale solo con psicoterapia. Pero algunas depresiones moderadas y todas las severas o graves necesitan psicoterapia y farmacoterapia. Los estudios han mostrado que si tú tienes un trastorno depresivo mayor y solo te hago psicoterapia, en promedio vas a mejorar un 47 por ciento; si te doy solo antidepresivos, vas a mejorar en promedio un 49 por ciento. Pero si hago las dos cosas, los resultados son del 70 al 80 por ciento, que en medicina es muy bueno.

SEMANA: ¿Qué busca la psicoterapia?


J.A.P.: En primer lugar, hace psicoeducación. Para mí, un objetivo fundamental es que mis pacientes y las familias sepan igual o más que yo del trastorno: eso es parte de la intervención. La otra parte es bajar los niveles de ansiedad y de angustia con dos mecanismos fundamentales: la empatía y la catarsis. La primera es la capacidad para meterme en los zapatos del otro y lograr entender por lo que está pasando, mientras que la segunda es permitirle a la persona que exprese todo lo que siente y piense sin juzgar y sin criticar, bajo el principio de que el buen conversador es quien sabe escuchar. Alcanzado esto, se inicia la psicoterapia propiamente dicha, que busca disminuir o suprimir síntomas, ayudar en el logro de conductas más sanas y promover el crecimiento y desarrollo positivos de la personalidad.

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SEMANA: ¿Qué tanto inciden la alimentación y el ejercicio en la depresión?


J.A.P.: Si hay una persona con una depresión grave prolongada, puede estar desnutrida y tratar este aspecto es parte importante de la atención integral. Por otro lado, está comprobado que el ejercicio es un coadyuvante clave en el tratamiento de personas con depresión. Es definitivo para la salud mental llevar estilos de vida saludables, dormir bien, comer bien, hacer ejercicio, manejar el estrés.

SEMANA: Hay quienes dicen que no ha aumentado la depresión en el mundo, sino que ahora se habla más de ella.


J.A.P.: Yo no tengo certeza de si hay más o menos, pero existen trastornos más relacionados con el medioambiente y con los estilos de vida en los que sí hemos visto un aumento grande, y ahí están la familia de los estados de ánimo y la de los trastornos de ansiedad.

SEMANA: ¿La depresión es un mal del siglo XXI?

J.A.P.: Sí, la depresión y la soledad.

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