En la autopista con calle 193 se encuentra la Terminal Satélite del Norte, escenario clave para la movilidad de los pasajeros colombianos. | Foto: Miguel Vásquez

MOVILIDAD

Una terminal segura y eficiente

La Terminal de Transporte Satélite del Norte, que conecta a la ciudad con la región, permitió mejorar la seguridad de los viajeros y la ilegalidad.

17 de noviembre de 2017

La Terminal de Transporte Satélite del Norte, concebida en tres fases (la primera ya está lista), comenzó a operar el 27 de febrero de este año. Su proceso constructivo –es decir, la cimentación– se inició en 2010, pero solo en 2016 quedaron listos los edificios, las paredes y demás acabados que permitieron ponerla en operación.

En el pasado, las personas que deseaban acceder al transporte intermunicipal e interdepartamental para salir de Bogotá debían hacerlo por medio de un paradero provisional ubicado en la calle 170. Este sitio, además de aumentar los niveles de inseguridad y de no tener tiquetes con precios regulados, incrementaba el tráfico en la Avenida Boyacá y Autopista Norte y los trancones, al recoger pasajeros sobre la vía.

Hoy, con la terminal, cerca de 11.000 usuarios compran sus pasajes en las taquillas reestructuradas o por anticipado (lo que hace más rápido el embarque y reduce las filas), y viajan con tranquilidad. “En materia de seguridad hemos logrado una efectividad del ciento por ciento. Hasta hoy no se ha presentado ningún reporte de actos delictivos”, asegura María Carmenza Espitia, la primera mujer que ha sido gerente de la terminal. Se ha conseguido este buen desempeño gracias a la colaboración de la Policía Nacional y a un servicio de seguridad privada las 24 horas del día.

Desde el mes de febrero están en marcha medidas de control que ayudan a combatir la ilegalidad en esta terminal de la que cada cinco minutos sale un vehículo. Los buses cumplen con todos los requisitos de seguridad como alcoholimetría y pruebas tecnomecánicas; y la Policía lleva a cabo controles internos y externos que regulan el corredor norte en lo relacionado con el porte de armas y drogas. De esta manera ha disminuido la informalidad, la ilegalidad y la piratería en el transporte intermunicipal.

La terminal opera con la tasa de tránsito que pagan los buses para hacer uso de las instalaciones. Gracias al buen nivel financiero, la entidad pudo adoptar estas medidas a favor de los usuarios en el proceso para conectar eficientemente a Bogotá con el resto de la región y del país.