"Manuel Maiguashca, exviceministro de Minas y Energía, socio de la banca de inversión Cerrito Capital." | Foto: Sebastián Jaramillo Matiz

OPINIÓN

Más exploración necesita el sector petrolero

Colombia pudo sortear con éxito las predicciones alarmistas que auguraban una debacle en el sector en 2008. También resistió la crisis reciente. Pero las alarmas pueden encenderse de nuevo.

Manuel Maiguashca, exviceministro de minas y energía, socio de la banca de inversión Cerrito Capital
14 de noviembre de 2018

En 2002 el panorama fiscal y energético de Colombia era sombrío. De acuerdo con las proyecciones de principios de siglo, en 2008 se suponía que el país debía empezar a importar crudo para abastecer las refinerías con unas consecuencias muy desfavorables: alta carga fiscal y el estancamiento del crecimiento económico. Sin embargo, la Nación superó aquella ‘profecía’ con una serie de medidas que, en su conjunto, son tal vez la más importante reforma económica que se haya llevado a cabo en nuestra historia.

Teniendo en cuenta los pronósticos, continuó de manera enfática la reducción del subsidio para los combustibles líquidos, se reformó el contrato petrolero a través de la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Ecopetrol sufrió una gran transformación. Para 2006 el país ya tenía una nueva institucionalidad que atrajo la inversión tanto de la élite del sector como de nuevos actores.

Pero a pesar de las reformas, hoy el panorama vuelve a ser preocupante. Las inversiones en exploración y producción de crudo han mermado ostensiblemente debido a la caída de precios de 2014 y a la incertidumbre generada por las consultas previas. Mientras Ecopetrol invertía 9.235 millones de dólares en 2012, según el marco fiscal de mediano plazo, cinco años más tarde esta cifra fue de apenas 2.209 millones de dólares.

De nuevo, las proyecciones prevén que es probable que dentro de siete años Colombia deba importar crudo para cargar sus refinerías con consecuencias fiscales para las regiones y la Nación. En medio de este escenario complejo, llegan las buenas noticias: el alza en los precios del petróleo. Esto debe llevar a un análisis cuidadoso del mediano plazo y no a una euforia fiscal en el corto. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, conoce muy bien el escenario y ya lo ha sorteado con éxito.

Solamente con una visión de largo plazo se podrá aprovechar de manera juiciosa este aumento de precios que puede ser fugaz. Es claro que el gobierno tiene que garantizar con este mejores ingresos, pero así mismo debe permitir una mayor inversión de Ecopetrol en exploración y promover una reforma contundente en relación con las consultas previas y la defensa total a la explotación de los hidrocarburos no convencionales. Esa es la única manera de que el país no entre en un periodo de pobreza energética.

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