Construcción de la hidroeléctrica de Ituango. Cuando entre en funcionamiento suplirá el 17 por ciento de la demanda energética de Colombia. | Foto: Mauricio Granados

Una ciudad futurista

EPM, cerca de la gente

El progreso de la ciudad va de la mano con el acceso a la energía, el agua potable, el saneamiento básico, el gas natural, el aseo y la recolección de residuos sólidos.

10 de agosto de 2017

Cuando se cuenta la historia de esta capital sobresale el hecho de que EPM, una empresa pública propiedad del municipio de Medellín, ha estado siempre en el centro de su desarrollo. La cercanía e identificación que sienten sus habitantes con esta compañía son admirables y se han forjado a lo largo de los 62 años de la organización. La ciudad ha vivido épocas difíciles, pero ha logrado pasar la página con EPM como su aliado más importante.

Hoy, la compañía es la matriz de un grupo empresarial presente en Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México y Panamá, donde ofrece sus servicios públicos domiciliarios a 22 millones de personas.

Los medellinenses afirman que, por naturaleza, esta es la empresa de la ciudad. Cada año la compañía le transfiere al municipio importantes recursos para ejecutar proyectos de su plan de desarrollo. Este año las transferencias suman 1 billón de pesos (329 millones de dólares), es decir, el 55 por ciento de las utilidades de EPM en 2016. A esto se suma, para 2017, la transferencia a la ciudad de 300.000 millones de pesos (99 millones de dólares) por la venta de acciones de la empresa estatal Isagén, en la cual EPM tenía una participación del 13 por ciento.

Cinco claves

La ruta de EPM se enfoca en cercanía, cobertura, consolidación, crecimiento y cuidado del ambiente. El gerente de la compañía, Jorge Londoño de la Cuesta, afirma que “el común denominador de estas palabras no solo es la ‘c’ inicial. Todas ellas definen a nuestro grupo empresarial, que busca potenciar más su desarrollo para servir a la gente y mejorar su calidad de vida”.

El acceso y las facilidades son factores centrales en la cercanía de la empresa con la gente. EPM es pionera en Colombia en servicios prepago de agua y energía, que benefician a familias de escasos recursos. También ofrece programas como Paga a tu Medida, que permite el abono por cuotas de las facturas de servicios públicos; y Habilitación Viviendas, que financia las conexiones de agua potable y energía. “Queremos que los usuarios tengan soluciones a la mano. Por eso vamos a los barrios y conversamos con ellos para conocer sus necesidades y educarlos sobre el uso de los servicios”, dice Londoño de la Cuesta.

Los propósitos de la empresa son tan amplios y variados como Medellín. Tiene como principio cuidar el medioambiente desde las cuencas hídricas y buscar una operación neutral en carbono. EPM mejora la vida de miles de personas a través de electrificación rural, acueductos veredales, espacios para la inclusión social, movilidad sostenible con gas y energía eléctrica, prestación del servicio de gas en otras poblaciones del área. Y no menos importante es la construcción, operación y mantenimiento del primer distrito térmico de América Latina para climatizar edificios públicos, que eliminó por completo el uso de sustancias agotadoras de ozono (SAO) y un 30 por ciento las emisiones de CO2.

Grandes proyectos

Los grandes proyectos de infraestructura han caracterizado a EPM. Mientras incursiona en energía eólica y solar, construye una hidroeléctrica en el municipio de Ituango, ubicado en una zona montañosa y donde sus habitantes viven un cambio profundo. Antes su población aparecía en las noticias por el abandono estatal y la violencia, pero pronto será recordada porque ahí avanza el proyecto hidroeléctrico más importante de Colombia, que a finales de 2018 generará 2.400 megavatios de energía.

Por otro lado, concluyó el proyecto Nueva Esperanza de transmisión de energía para 12 millones de habitantes del centro y el oriente del país. Y avanza la línea de transmisión Bello-Guayabal Ancón, que comprende 40 kilómetros y cruza seis de los diez municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Para EPM es muy importante el río Medellín, que atraviesa la ciudad de sur a norte. Por eso, trabaja en un programa de saneamiento para recuperarlo. A comienzos del nuevo milenio entró a operar la primera planta del sistema en la zona sur, y en estos momentos EPM construye Aguas Claras, su parque ambiental y planta de tratamiento de aguas en el norte. Es la más grande de América Latina y permitirá transformar y sanear el río como hicieron en su momento con el Sena en París y el Támesis en Londres.

La presencia de EPM en la Medellín del presente y del futuro es indudable. "Por ti, estamos ahí", reza su eslogan, visible en todos los programas y líneas de trabajo de la empresa en la región, el país, el continente, y por supuesto en Medellín. Donde la gente se siente parte de EPM.