Cada año se realizan más de 100 presentaciones de libros en esta esta. La entrada es gratuita. | Foto: Fiesta del Libro y la Cultura

Cultura

Estos son los imperdibles de la Fiesta del Libro

Del 10 al 17 de septiembre Medellín celebrará su gran encuentro cultural. En otras ediciones, personalidades del mundo literario han visitado la ciudad en el marco de ese evento. Aquí las opiniones de Gioconda Belli, Nelly Leyshon y Alberto Barrera.

Yésica Prado*
24 de agosto de 2017

En la zona norte de Medellín hay un jardín botánico que desde 2007 dedica diez días del año a sembrar y cosechar literatura. En ese lapso, la Fiesta del Libro y la Cultura, mucho más que una feria de editoriales, librerías, artistas y escritores, es una celebración alrededor de las letras colombianas y del mundo.

Por mucho tiempo esta ciudad no le prestó atención al poder de la educación y la conviviencia. De pronto, como un milagro, y gracias a la suma de muchas voluntades fue recuperando su fuerza a través de la cultura: la música, la danza, el teatro, el arte y la literatura, se volcaron hacia la gente e invirtieron en una reapropiación de Medellín, en creer y no darse por vencidos.

Con ese telón de fondo nació la Fiesta del Libro y la Cultura, una iniciativa de la Alcaldía con el apoyo de entidades públicas y privadas. Entonces comenzaron a pasar cosas antes inimaginables, como la participación del nobel nigeriano Wole Soyinka, el escritor italiano Alessandro Baricco y el salsero Rubén Blades, entre otros grandes nombres. A lo largo de su historia, la fiesta ha recibido cerca de 3.000 invitados, cifra que aumentará en esta edición, que se realizará del 8 al 17 de septiembre y contará con la presencia de Alan Pauls, Alejandro Zambra, Filipa Leal, Jorge Franco, Luis Noriega, Margarita García Robayo, Pablo Simonetti, Santiago Gamboa y la nicaragüense Gioconda Belli, quien ya ha visitado la ciudad y le emociona la idea de regresar.

Gioconda Belli

“En la Fiesta del Libro y la Cultura pienso conocer más de cerca los cambios que ha significado el proceso de paz y aprender de una ciudad que ha logrado en los últimos años una intensa vida cultural y una interesante forma de gestionar y desarrollar el concepto integral de ciudadanía. Estoy convencida de que eventos como este promueven la forja de una identidad cultural latinoamericana. Son espacios maravillosos, fiestas de la palabra, de la originalidad. A los escritores, nos devuelven la felicidad de saber que lo que hacemos vale la pena. Nos convencen de que no hay nada menos solitario, que el solitario oficio de escribir”.

Aunque la zona norte de Medellín es el epicentro de la feria, los autores también visitan instituciones educativas en diferentes barrios para conversar con estudiantes que se han acercado a sus obras. La dramaturga y novelista británica Nell Leyshon, recuerda que los lectores eran de un área marginada de Medellín y hallaron una fuerte relación entre sus vidas y su libro Del color de la leche.

Nell Leyshon

“Me llevaron a un teatro improvisado donde presentaron una obra corta que tomó algunas de las escenas de ‘Del color de la leche’. Después fui entrevistada por ellos. Al final, me presentaron el regalo más preciado: una bolsa típica colombiana que contenía cerca de 100 cartas escritas a mano, todas en respuesta a la lectura del libro. Lloré de alegría. Ahora uso la bolsa todos los días y las cartas las guardo con seguridad en el estudio donde escribo. Fue inolvidable y ejemplar, un proyecto brillante”.

A lo largo de sus 1.180 horas de puertas abiertas, la Fiesta del Libro y la Cultura ha recibido cerca de 3 millones de visitas, y tiene un poder seductor, así lo confiesa el escritor y poeta venezolano Alberto Barrera Tyszka.

Alberto Barrera Tyszka

“Yo siento un cariño y una admiración muy especial por la fiesta. Es enorme, con una oferta cultural increíble, y al mismo tiempo es un permanente domingo familiar en un parque público. Creo que no hay en otro lugar una combinación tan extraordinaria de espacios y experiencias. Solo en Medellín se da esta mezcla particular de la naturaleza, la presencia popular, la organización cultural, la intimidad literaria… en una fiesta que no cobra entrada, que ha hecho de la gratuidad otra forma de celebrar las palabras”.

*Periodista.