La industria colombiana se ha convencido de que lo que marca tendencia es lo nuestro. | Foto: Pablo Andrés Monsalve

Editorial

Por qué Colombia se ha puesto de moda

Además de un innegable talento y de unas raíces indígenas y artesanales únicas, nos hemos convencido de que lo que marcará la diferencia es lo nuestro.

Mariana Suárez Rueda*
22 de julio de 2017

Ni siquiera lo años más violentos del conflicto colombiano pudieron silenciar las máquinas de coser. Tampoco el estigma de ser un país en el que vencía el narcotráfico impidió que quienes se graduaban de las facultades o escuelas de diseño soñaran con exhibir sus creaciones en las vitrinas y pasarelas del mundo. Resistir. Eso fue lo que hizo la industria durante años. Resistir sin bajar la cabeza sino mirando hacia el frente en busca de oportunidades. 

Hoy, el resultado de ese esfuerzo es evidente. En una de las tiendas más exclusivas de París se exhibieron durante días productos típicos de estas tierras y una colección inspirada en la cultura popular colombiana de uno de los diseñadores nacionales más reconocidos del mundo de la moda: Esteban Cortázar. 

En las calles de Nueva York llaman la atención los maniquíes vestidos por Pepa Pombo y Johanna Ortiz, los accesorios de Mercedes Salazar y el ingenio de marcas como Mola Sasa y Magnetic Midnight. Y no solamente es la Gran Manzana. Colombia se está llevando puesta en los diseños que orgullosas lucen personalidades como Nicole Kidman, Lady Gaga, Amanda Cloney, Jennifer Lawrence y Emma Watson, entre muchas otras.

Además de un innegable talento y de unas raíces indígenas y artesanales capaces de darle un sello único a cada prenda, nos hemos convencido de que lo que hacemos es bueno y que más que buscar imitar la moda europea lo que marcará la diferencia es lo nuestro.

Una apuesta que combinada con elementos modernos e impulsada por el gran momento creativo que atraviesa el país promete seguir conquistando mercados. ¿Qué hemos hecho? ¿Cómo lo estamos haciendo?  ¿A dónde queremos llegar? Estas preguntas nos animaron a explorar el universo de la industria de la moda nacional y a aventurarnos en un fascinante proyecto editorial, que reúne a la mayoría de los colombianos más representativos de este mundo y a firmas especializadas que examinan lo que está sucediendo en el país y las posibilidades que han abierto la tecnología y las redes sociales.

“Las personas no necesitamos tanta ropa. La moda es una aspiración, una necesidad que tenemos para sentirnos bien, para comunicarnos con los demás, para diferenciarnos de los demás”. Acertadas palabras de quien fue directivo del grupo Inditex (un emporio conformado por marcas como Zara, Stradivarius, Bershka y Pull & Bear), Jesús Vega, que invitan a reflexionar sobre lo que hoy mueve a la gente no solo a entrar a una tienda sino a salir de ella con bolsas. 

Y aunque el buen momento que atraviesa el sector es la gran conclusión, desafíos como garantizar procesos más sostenibles y encontrar la manera de vincular a quienes dejaron las armas y están dispuestos a coser un futuro distinto requieren de acciones concretas y de la disposición y entusiasmo de todos los que están convencidos de que Colombia seguirá a la moda.

*Editora general de Especiales Regionales SEMANA.