Panamá vive un auge en el sector de la construcción. | Foto: Luis Ángel

ECONOMÍA

Panamá, portal a las Américas

Su economía crece a buen ritmo, sus números son positivos, los índices de pobreza disminuyen y las relaciones con Asia mejoran. Lo que pasa en el istmo le incumbe a Colombia y al resto de América Latina.

Gonzalo Marín*
1 de enero de 2018

Hace diez años, cuando empecé a visitar Panamá buscando alternativas de expansión geográfica noté que el tapón del Darién no era solo una barrera física que separaba a Colombia de Centroamérica. Parecía también un obstáculo para las oportunidades de negocio, pues la economía no fluía más allá del comercio de mercancías y algunos servicios bancarios.

En ese momento, el interés económico del istmo se basaba en cinco sectores principales: comercio, transporte, almacenamiento, comunicaciones e inmuebles. Era un país en pleno desarrollo con cerca de 3,3 millones de habitantes concentrados, en mayores proporciones, en la ciudad capital.

Durante la última década, Panamá ha gozado de un crecimiento sostenido muy por encima del promedio de la mayoría de los países latinoamericanos: 6,9 por ciento entre 2013 y 2012; 5 por ciento en 2014-2013 y 2016-2015; 5,6 por ciento entre 2016 y 2015. La proyección de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), para los próximos años supera el 5 por ciento, nuevamente, una de las más altas de la región.

Hoy, con más de 4 millones de habitantes y ese crecimiento económico, el país canalero está lleno de oportunidades y vive un auge en el sector de la construcción que ha transformado la infraestructura de la ciudad. Basta recorrer la capital para verlo.

Los megaproyectos como la ampliación del canal de Panamá, las líneas 1 y 2 del metro, vías como la Cinta Costera y la nueva terminal del aeropuerto de Tocumen, entre otros, han permitido modernizar rápidamente el país. La pobreza extrema ha disminuido a niveles del 4 por ciento en zonas urbanas y 27 por ciento en zonas rurales. La tarea pendiente se encuentra en las comarcas indígenas, territorios donde esta pobreza puede alcanzar niveles cercanos al 70 por ciento.

Sin barreras

La proyección para los siguientes años es muy interesante. Si bien se ha presentado alguna desaceleración en el ritmo del desarrollo, las inversiones planeadas tanto en el sector público como en el privado permiten esperar resultados positivos.

Recientemente, el gobierno panameño concluyó sus relaciones diplomáticas con Taiwán y formalizó nuevos acuerdos con China: abrió su embajada en ese país y comenzó a negociar importantes inversiones del gigante asiático en el istmo. Uno de los planes conjuntos más destacados consiste en construir una moderna línea férrea con capacidad de carga y pasajeros entre la Ciudad de Panamá y la frontera con Costa Rica. Esta obra mejoraría la logística y el valor agregado disponible para la carga y el comercio que pase por Panamá.

Pero no solo el comercio se ha visto favorecido en los últimos años, también el sector bancario, la generación de energía y distribución eléctrica, los desarrollos hoteleros y la infraestructura de turismo, así como el adelanto de proyectos mineros.

Las zonas de régimen especial, como el Tecno Parque de Ciudad del Saber y Panamá Pacífico, han atraído a muchas multinacionales que se han establecido en el país debido a las ventajas que les ofrece: la ubicación geográfica, la facilidad de conexiones aéreas, su legislación especial y la estabilidad económica y jurídica.

Con la mirada hacia el futuro, las oportunidades de inversión para los siguientes años giran en torno a mejorar la capacidad productiva del país y a establecer zonas de manufactura o procesamiento en la Zona Libre de Colón, la cual puede transformarse en una herramienta para agregar valor a los productos importados.

Así mismo, el Estado prestará también especial atención a los proyectos enfocados en sectores como tecnología, educación, mejoramiento del manejo del medioambiente, obras de infraestructura, salud, recursos humanos, descentralización pública y privada, entre otros.

Hoy, la barrera física y psicológica del tapón del Darién existe solo a nivel de vías, pues las inversiones colombianas en el istmo, y viceversa, han crecido de manera significativa en esta década, afianzando la relación comercial entre los dos países. Panamá es el portal de entrada a las Américas y al Caribe y les brinda a las multilatinas inigualables y sólidas oportunidades de expansión e inversión.

*Presidente de la Junta de la Cámara Colombo-Panameña, en Panamá.