Colombia ya vacunó al 10 % de la población necesaria para lograr la inmunidad de rebaño

La inmunización contra la covid-19 en Colombia avanza, a pesar de un bajonazo en las dosis aplicadas en 24 horas al comienzo de la semana. De acuerdo con el Ministerio de Salud, 3.594.039 personas tienen el esquema completo, pues ya recibieron las dos inyecciones del biológico.

Esto representa el 10 % de 35 millones de ciudadanos, el 70 % de la población del país que debe ser inoculada para alcanzar la inmunidad de rebaño.

En total, en Colombia se han aplicado 12.206.104 dosis, de las cuales 228.299 se aplicaron el 9 de mayo, a pesar de las protestas y de la “toma de Bogotá” y movilizaciones en otras ciudades del país. De estas, 58.938 corresponden al segundo pinchazo.

Sin embargo, el lunes 7 de junio, día festivo en Colombia, el ritmo fue menor, con apenas 118.258 dosis que no corresponden al objetivo impuesto por la cartera de Salud de superar las 300.000 aplicaciones diarias. Asimismo, el 6 de junio hubo 129.361 inyecciones, también marcando una caída en el ritmo.

Aún falta una larga lista de personas, pues el país transita por la etapa 3 de la primera fase del Plan Nacional de Vacunación, compuesta por 9.325.861 personas, sumadas a aquellas de las dos primeras que aún no han empezado o terminado su esquema.

En la etapa actual, están contenidos los adultos entre 50 y 59 años, así como todas las personas entre 16 y 59 años con alguna comorbilidad de las establecidas por el Gobierno nacional como de riesgo ante el virus. Por ejemplo, los pacientes con diabetes, VIH, insuficiencia renal, asma, epoc, arritmias cardiacas, desórdenes neurológicos, esquizofrenia, entre otros.

Asimismo, están incluidos los miembros de la fuerza pública, el personal de Migración Colombia, de la Fiscalía General de la Nación, de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y más trabajadores, incluyendo a los profesores.

Por ahora, los efectos de la vacunación se han visto, de acuerdo con el Ministerio de Salud, en la población mayor de 80 años. Según el Gobierno, la mortalidad de este grupo ha reducido significativamente en la tercera ola, así como con el talento humano en salud, que no se ha visto afectado en gran medida por cuenta del momento epidemiológico

A principios de abril de 2021 se vivió un nuevo pico derivado de Semana Santa, que tuvo una caída a finales del mismo mes, producto de las medidas de control que se tomaron y del comportamiento de la epidemia. En mayo se vio otro incremento importante también asociado a las dinámicas sociales, a las manifestaciones y movilizaciones que generaron ambientes de aglomeración y, en consecuencia, mayor transmisión del virus, según el Gobierno.

“En este año hemos tenido circulación de las distintas cepas, lo que hace mucho más fácil la transmisión del SARS-CoV-2, y con la mayor circulación de personas y el relajamiento de las medidas epidemiológicas, se tuvo incluso que eliminar las medidas no farmacológicas como el pico y cédula en algunas ciudades”, expuso el viceministro Luis Alexánder Moscoso.

Para el funcionario, muchos de los participantes en las protestas llevaron el virus a sus hogares, infectando a los adultos con los que viven. Así se generó una mayor transmisión para un nuevo pico, que algunos han denominado “pico dentro del pico”, debido a que cuando los contagios y muertes iban a disminuir, incrementaron y se han mantenido desde hace semanas.